Administrar una crisis por arbovirosis, virus transmitidos por insectos como el mosquito Aedes aegypti, el vector principal del dengue, zika y chikungunya, no debería suponer un reto para las autoridades de Salud Pública.
En Paraguay el dengue ya es –lamentablemente– endémico. Esto significa que circula durante todo el año. Sin embargo, en el inicio de cada temporada y cuando arrecian los pronósticos de altas temperaturas y abundantes lluvias, desde Salud realizan las mismas advertencias y manifiestan preocupación por las internaciones. Además de los usuales mensajes a la población para que asuma responsabilidades, cuando resolver el problema es obligación de las autoridades electas y de los funcionarios.
Ahora el Ministerio de Salud advierte que en este próximo verano podría presentarse “la peor epidemia” de dengue, en términos de magnitud y ante posibles casos del DEN-3 que actualmente afectan al Brasil. Dijo la ministra Teresa Barán que este es el potencial panorama, principalmente porque los paraguayos acostumbran a viajar al Brasil en la temporada de verano, y por eso es casi seguro que se confirme la circulación de este virus a nivel local. El serotipo DEN-3 ya circuló en nuestro país hace 17 años, por lo cual actualmente hay una mayor población vulnerable a este serotipo.
La titular de Salud hizo referencia, asimismo, a algunos aspectos que colaboran con el aumento de casos. Uno de ellos es el problema de la “inadecuada práctica del manejo de los residuos”. Actualmente solo el 30% de la población paraguaya accede a un sistema de recolección de basura. Otro factor es el agua, y la población que ante su escasez debe juntarla en recipientes y tambores que acaban convirtiéndose en criaderos de mosquito. Así también se debe considerar la situación de los neumáticos; hay más de 8 millones en todo el territorio y muchas dificultades para su eliminación y para evitar que se conviertan en criaderos de mosquitos. La limpieza de los terrenos baldíos y su mantenimiento, así como la limpieza y el control de patios, jardines y piscinas en las viviendas, ocupan un lugar alto en el esquema de la reproducción del Aedes aegypti.
Estos son algunos de los problemas estructurales que se encuentran en la base de la actual situación del dengue endémico, y claramente la solución de ellos no depende de Salud Pública. No obstante, aquí es donde se debe notar la gestión de Salud Pública para liderar el trabajo conjunto con todas las instituciones. Es inadmisible que cada año la población paraguaya deba escuchar el mismo discurso y el mismo descargo de responsabilidades.
Necesitamos en primer lugar campañas de educación y prevención durante todo el año que adviertan a la sociedad de la obligación de mantener viviendas seguras sin criaderos de mosquitos. Pero son el Estado y las municipalidades y gobernaciones los que deben resolver de una vez el problema de la disposición de los residuos, así como mantener el control durante todo el año de los baldíos descuidados.
Es inaceptable que sigan muriendo personas porque las autoridades no son capaces de emprender una tarea coordinada e interinstitucional para combatir un mosquito. Y es un escándalo que hayan olvidado a las cerca de 100 víctimas de la grave epidemia de chikungunya, y a los miles que todavía padecen las secuelas de la infección.
Es importante que cada ciudadano colabore en los cuidados de patios y jardines, en eliminar criaderos y usar repelente y mosquitero para protegerse contra la picadura del mosquito Aedes, causante del virus del dengue, zika y chikungunya, pero de ninguna manera las instituciones del Estado pueden evadir su compromiso y su responsabilidad.