15 nov. 2024

Salud debe gestionar mejor potencial epidemia de dengue

La ministra de Salud, Teresa Barán, hizo pública la preocupación sobre el aumento de casos de dengue y advirtió que podríamos estar ante la “peor epidemia” de la enfermedad en cuanto a su magnitud y que podría incluso ser todavía más grave por la posible llegada del DEN-3, que actualmente afecta al Brasil. No basta con advertir a la población, en este momento Salud debería estar coordinando a todas las instituciones del Gobierno central y a las municipalidades para mantener la limpieza y eliminar los criaderos de mosquitos.

Administrar una crisis por arbovirosis, virus transmitidos por insectos como el mosquito Aedes aegypti, el vector principal del dengue, zika y chikungunya, no debería suponer un reto para las autoridades de Salud Pública.

En Paraguay el dengue ya es –lamentablemente– endémico. Esto significa que circula durante todo el año. Sin embargo, en el inicio de cada temporada y cuando arrecian los pronósticos de altas temperaturas y abundantes lluvias, desde Salud realizan las mismas advertencias y manifiestan preocupación por las internaciones. Además de los usuales mensajes a la población para que asuma responsabilidades, cuando resolver el problema es obligación de las autoridades electas y de los funcionarios.

Ahora el Ministerio de Salud advierte que en este próximo verano podría presentarse “la peor epidemia” de dengue, en términos de magnitud y ante posibles casos del DEN-3 que actualmente afectan al Brasil. Dijo la ministra Teresa Barán que este es el potencial panorama, principalmente porque los paraguayos acostumbran a viajar al Brasil en la temporada de verano, y por eso es casi seguro que se confirme la circulación de este virus a nivel local. El serotipo DEN-3 ya circuló en nuestro país hace 17 años, por lo cual actualmente hay una mayor población vulnerable a este serotipo.

La titular de Salud hizo referencia, asimismo, a algunos aspectos que colaboran con el aumento de casos. Uno de ellos es el problema de la “inadecuada práctica del manejo de los residuos”. Actualmente solo el 30% de la población paraguaya accede a un sistema de recolección de basura. Otro factor es el agua, y la población que ante su escasez debe juntarla en recipientes y tambores que acaban convirtiéndose en criaderos de mosquito. Así también se debe considerar la situación de los neumáticos; hay más de 8 millones en todo el territorio y muchas dificultades para su eliminación y para evitar que se conviertan en criaderos de mosquitos. La limpieza de los terrenos baldíos y su mantenimiento, así como la limpieza y el control de patios, jardines y piscinas en las viviendas, ocupan un lugar alto en el esquema de la reproducción del Aedes aegypti.

Estos son algunos de los problemas estructurales que se encuentran en la base de la actual situación del dengue endémico, y claramente la solución de ellos no depende de Salud Pública. No obstante, aquí es donde se debe notar la gestión de Salud Pública para liderar el trabajo conjunto con todas las instituciones. Es inadmisible que cada año la población paraguaya deba escuchar el mismo discurso y el mismo descargo de responsabilidades.

Necesitamos en primer lugar campañas de educación y prevención durante todo el año que adviertan a la sociedad de la obligación de mantener viviendas seguras sin criaderos de mosquitos. Pero son el Estado y las municipalidades y gobernaciones los que deben resolver de una vez el problema de la disposición de los residuos, así como mantener el control durante todo el año de los baldíos descuidados.

Es inaceptable que sigan muriendo personas porque las autoridades no son capaces de emprender una tarea coordinada e interinstitucional para combatir un mosquito. Y es un escándalo que hayan olvidado a las cerca de 100 víctimas de la grave epidemia de chikungunya, y a los miles que todavía padecen las secuelas de la infección.

Es importante que cada ciudadano colabore en los cuidados de patios y jardines, en eliminar criaderos y usar repelente y mosquitero para protegerse contra la picadura del mosquito Aedes, causante del virus del dengue, zika y chikungunya, pero de ninguna manera las instituciones del Estado pueden evadir su compromiso y su responsabilidad.

Más contenido de esta sección
Un proyecto que buscaba modificar el Código Penal para evitar que los casos de corrupción prescriban en la Justicia fue rechazado por los diputados y enviado al archivo. Se buscaba endurecer las penas, ampliar el universo de tipos penales, extender plazos para la prescripción y endurecer criterios de medición de la pena para delitos de corrupción pública y privada, con énfasis en la corrupción cometida por funcionarios públicos. El rechazo de esta propuesta parece una verdadera declaración de intenciones.
Mientras el ex diputado colorado Juan Carlos Ozorio opera para obtener una medida sustitutiva a la prisión, la Cooperativa San Cristóbal, de la que fue presidente, siente las devastadoras consecuencias de haber sido una entidad a través de la cual, presuntamente, se puso en circulación el dinero proveniente del tráfico ilegal de drogas. Perdió la confianza y a miles de socios. Es un ejemplo de lo que les sucede a las instituciones cuando falta fiscalización. Si no mejoran los controles, este caso se volverá a repetir, con los mismos funestos resultados.
El hecho de que la mayoría oficialista del senado haya retrocedido en la barbaridad cometida cuando devolvió fueros a senadores previamente desaforados que están siendo investigados por la Fiscalía, puede verse como que enmendaron un error. Sin embargo, una acción que significó el atropello a la Constitución Nacional no debe quedar impune. Los 23 senadores que votaron por devolverle los fueros a Erico Galeano, Hernán Rivas y Rafael Filizzola, deben ser investigados, pues en un estado de derecho nadie está por encima de la ley.
Hace unos días, fue intervenida una estancia en Fuerte Olimpo, Alto Paraguay, y en el lugar fueron detenidas diez personas de cuyo poder incautaron fusiles AR47 y una avioneta Cessna, además descubrieron una pista clandestina que habría pertenecido a la estructura liderada por el supuesto narcotraficante uruguayo Sebastián Marset y al presunto líder de tráfico de drogas, Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico. Resulta insostenible la falta de control del espacio aéreo nacional, ante la impasividad o complicidad de las autoridades.
Aproximadamente, unos 1.300.000 niños y adolescentes paraguayos retornaron a clases en los establecimientos educativos públicos hace unos días, y el escenario que hallaron muchos de ellos ha sido el de una infraestructura deficiente y precariedades. A pesar de que la Constitución Nacional consagra el derecho a la educación, frente a la realidad a la que asistimos, parecen apenas palabras vacías de significado debido a la ceguera de nuestros líderes políticos para anteponer los intereses de la mayoría y apostar por el presente y el futuro del país.
El acceso de los niños a alimentos adecuados y saludables es esencial para garantizar su bienestar físico, intelectual y social. Los programas de alimentación escolar han formado parte de la política educativa desde hace más de un siglo y permanecen en la actualidad, independientemente del nivel de desarrollo de los países y de los ingresos de los hogares. Pero en todos los países el programa se ha planteado de manera integral y tiene alto consenso social. Paraguay no puede ser una excepción. Los cambios planteados solo generaron conflictividad, a la vez de que no garantizarán mejoras sustanciales.