31 oct. 2024

Salud deshumanizada...

Irma Oviedo – @IrmaLorenita

Una mujer grita de dolor porque tiene una fractura de fémur. Esta acostada encima de un colchón y parrilla –que funge de camilla– al costado de Urgencias del Hospital Barrio Obrero en una fría madrugada. El policía José Giménez, de la Comisaría 24, la trasladó desde el Bañado Sur en la patrullera debido a la falta de móvil por parte de la familia de escasos recursos y debido a que las ambulancias no quieren ingresar en la zona por considerarla territorio peligroso. El policía Giménez, cansado de pasar siempre las mismas penurias junto a los pacientes, grabó con una cámara personal para demostrar la deshumanización en la atención en Salud Pública. En el video se evidencia que, pese a exigir una atención inmediata o una ambulancia del Seme, un funcionario –supuestamente ya apartado del cargo– solo mostró un total desinterés de la situación, como si no fuera su responsabilidad, haciendo caso omiso al pedido.

De la misma manera actuó una enfermera a quien el policía Giménez insistía en el pedido de la ambulancia. Las respuestas eran actitudes de indiferencia, de desinterés, de una salud deshumanizada y carente de empatía. De una salud que es un derecho amparado en la Constitución Nacional, pero pareciera que se perdieron los valores y la sensibilidad a la hora de tratar a los pacientes.

La noticia generó una ola de indignación en las redes sociales y a la par aparecieron más denuncias en contra del personal de blanco del Hospital Barrio Obrero. Es decir, no fue un caso aislado, sino una rutina que se repite en este servicio de salud pública, pero que se supo evidenciar mediante el gesto del policía Giménez, que con sus propios recursos compró una cámara para revelar la situación.

El Ministerio de Salud solo se limitó a rechazar las actuaciones del personal y abrir un sumario. Pero faltan acciones más certeras que garanticen un acceso a la salud con dignidad.

En otro escenario, casi similar, asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS) forman fila con temperaturas frías de 6 grados centígrados en la intemperie para tratar de conseguir un turno para los análisis urgentes de laboratorio. El Centro de Atención Ambulatoria abre recién a las 05:00. El doctor Marcos Martínez, director de Apoyo y Servicios del Hospital Central, en declaraciones a Chaco Boreal mostró también una faceta de desinterés y deshumanización al recomendar a los asegurados no ir temprano para no exponerse al frío. O alegando que no tenían recursos humanos para abrir muy temprano el centro médico.

Argumentaciones que también demuestran un desinterés en buscar soluciones o amparo a los pacientes que deben buscar otros mecanismos para poder acceder a un servicio casi inexpugnable como lo que representa el Instituto de Previsión Social.

Felicia Venialgo, paciente con cáncer, lloraba mientras agitaba al aire los tickets de los pasajes que paga para viajar una vez a la semana desde Ciudad del Este hasta Asunción durante una manifestación de pacientes oncológicos del IPS. La rabia, impotencia e indignación se apoderaron de ella en forma de llanto. Felicia no solo criticó que no hay medicamentos de los cuales depende su vida, sino que lloró de rabia al relatar el maltrato que sufren por parte de los funcionarios.

Estos hechos revelan que el personal de salud perdió la humanización.

Hay una desconsideración y una falta de respeto hacia los pacientes que esperan que el sistema de salud les otorgue lo que buscan: Una atención integral con dignidad. Queda preguntarnos: ¿Cuándo recibiremos una atención humanizada?

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