El Ministerio de Salud anunció este martes la apertura de una auditoría interna para investigar la denuncia realizada por la madre de un niño de 12 años, diagnosticado con VIH, paciente del Instituto Nacional del Cáncer (Incán)
La mujer denunció a medios de prensa locales que sospecha que el niño contrajo el virus como consecuencia de una transfusión de plaquetas realizada en el nosocomio en el año 2011.
El pequeño se realizó quimioterapias durante seis meses en el hospital después de que le detectaron un linfoma no Hodgkin, informó la cartera estatal.
Durante el postratamiento, el paciente presentó desaparición de las células encargadas de la producción de la sangre en la médula ósea (aplasia medular), por lo que fue necesario que le realizaran siete transfusiones de plaquetas.
Nelson Mitsui, director del Incán, informó que desde el Centro de Sangre del hospital aseguraron que la sangre no estaba contaminada, pero anunció que de igual manera verificarán el historial clínico en todos los centros en los que se trató el paciente desde ese año.
Vanessa Arce, médica tratante del niño, comentó que terminado el tratamiento anualmente se realizaron controles de rutina, y que no se presentaron recaídas en el paciente. Incluso, aclaró que después del 2011 el mismo ya no fue sometido a ningún tratamiento oncológico ni nuevas transfusiones.
Este año, el pequeño tenía que ser sometido una cirugía otorrinolaringológica, por lo que le realizaron estudios laboratoriales de rutina. Así fue como el pasado 29 de agosto dio positivo al test de VIH.
Arce aclaró que tras una transfusión existe un periodo de tres a seis semanas en el que el infectado podría comenzar a manifestar los primeros síntomas.