El Dr. Juan Carlos Portillo, de Servicios y Redes de Salud, explicó que esta adquisición forma parte del plan de preparación y respuesta dispuesto ante la pandemia.
Se trata de una primera tanda de un total de 3.000 bolsas. Lo restante –dijo– llegará entre dos a tres semanas. “La comunidad debe ser consciente de que esta es una eventualidad posible, más aún si no se respetan las disposiciones relacionadas con la cuarentena”, advirtió.
El número de bolsas adquiridas –aclaró– no se relaciona con proyección alguna de posibles cadáveres por Covid-19. “Lo que pasa es que no podemos pegarnos el lujo de tener 100 o 200 bolsas y quedarnos cortos; no hay ninguna proyección en ese sentido”, apuntó.
Existe un protocolo definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el manejo de cadáveres por coronavirus. “La importancia de estos insumos radica en que el manejo de un cadáver relacionado con el Covid-19 tiene algunas particularidades sobre todo para evitar que se convierta en un foco infeccioso”, justificó al señalar que entre 15 a 20 profesionales y personal de blanco intervienen sobre un paciente con coronavirus.
Especificó el procedimiento: “El cadáver debe ser colocado en una bolsa, se desinfecta; se coloca una segunda bolsa y de ahí debe ir a un ataúd que debe ser sellado. Todo el proceso se realiza dentro del hospital. Posteriormente, se entrega a los familiares. No está permitida la realización de ningún tipo de ritos fúnebres, salvo la inhumación”.
Así como preparamos los hospitales para la atención de los enfermos, también debemos prepararnos para los desenlaces no deseados, para el manejo de cadáveres. Dr. Juan Carlos Portillo, director de Servicios de Salud.