Se trata de geohelmintiasis y teniasis spp, que son infecciones transmitidas por contacto con el suelo, conocidas como parásitos intestinales.
El objetivo de la Vigilancia Centinela es monitorear los indicadores parasitológicos y la intensidad de la infección transmitida por el suelo; así también, vigilar la presencia de huevos de teniasis spp en los escolares.
Los monitoreos se desarrollarán en 14 instituciones educativas de 11 departamentos del país, entre ellos, Concepción, San Pedro, Cordillera, Guairá, Caaguazú, Itapúa, Misiones, Paraguarí, Central, Alto Paraguay y Boquerón.
La población de estudio está conformada por niños del tercero al quinto grado, informó el Ministerio de Salud.
Se tomarán muestras de materia fecal de 55 alumnos por escuela, que serán procesadas en el laboratorio del servicio de salud local, cuyos bioquímicos fueron previamente capacitados por profesionales del Laboratorio Central de Salud Pública.
La coordinación de la Vigilancia Centinela está a cargo del Programa Nacional de Enfermedades Transmitidas por Agua y Alimentos, dependiente de la Dirección de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles, de la Dirección General de Vigilancia de la Salud.
La implementación de la Vigilancia Centinela se lleva a cabo en coordinación con el Laboratorio Central de Salud Pública, la Red Nacional de Laboratorio, Dirección General de Desarrollo de Servicios y Redes de Salud con el apoyo técnico y financiero de la Organización Panamericana de la Salud.
¿Qué es la geohelmintiasis?
Se transmiten por huevos de parásitos presentes en las heces humanas que contaminan el suelo, en zonas con deficientes sistemas de saneamiento, según refiere la OPS/OMS. La infección es más frecuente en niños y mujeres.
Los agentes causales de esta infección son los nematodos (Ascaris lumbricoides, Trichuris trichiura) y las uncinarias (Necator americanus y Ancylostoma duodenale), los cuales infectan a los humanos, por la ingesta de alimentos contaminados con sus huevos, o por la penetración de larvas desde el suelo, a través de la piel (larvas de Ancylostoma), principalmente al andar descalzos en el suelo contaminado.
Las personas con infección leve, por lo general, no presentan síntomas. Las infecciones más graves pueden causar diversos síntomas, entre ellos diarrea, dolor abdominal, malestar general y debilidad.
Las buenas prácticas de higiene, como el lavado de manos y aseo personal, son medidas que previenen la infección. Además, en los lugares de riesgo, el uso de calzado es importante para que los niños no se infecten por la tierra contaminada.