Desde el Ministerio de Salud reiteraron este sábado la importancia de la donación de órganos y señalaron que un donante puede salvar a más de 10 personas.
“Los órganos que se pueden donar son: dos riñones, un hígado, un corazón, dos pulmones y el páncreas. En cuanto a los tejidos, se pueden ceder las dos córneas, la piel y los huesos. Además, en vida, se puede donar un riñón, una parte del hígado, como también la médula ósea, siempre que sean emparentados”, señalaron.
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Asimismo, indicaron que la cultura de la donación de órganos se posicionó lentamente en Paraguay, pasando de un periodo de meseta para llegar al pico de una tasa de 3,9 donantes por millón de habitantes en el 2019. Sin embargo, debido a la pandemia la tasa de donantes se redujo a 1,8 por millón de personas.
“Existen algunos factores que influyen en la decisión de ser donante, como la educación, el conocimiento sobre el concepto de la muerte, el tratamiento del tema con la familia, entre otros. Por ello, es muy importante que la cultura de la donación en Paraguay esté basada en información responsable”, manifestaron.
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“Para alguien que necesita un trasplante para seguir viviendo o mejorar su calidad de vida, la espera es muy dolorosa. La donación de órganos de un familiar que ha fallecido es un acto altruista y solidario, que brinda la oportunidad de seguir viviendo a otras personas”, expresaron.
La coordinadora médica del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante, Elsa Escalante, sostuvo que la persona que perdió a un ser querido debe tener la convicción de que está haciendo un bien al respetar la decisión de la persona que partió y que está salvando vidas con su donación.
La doctora dijo que uno de los argumentos que brindan los familiares es “quiero llevarle, así como vino, enterito”.
En ese sentido, consideró importante que el donante exprese sus deseos a la familia y que, llegado el momento, se respete la decisión.
La Ley Anita 6170/18 establece que toda persona mayor de 18 años es considerada donante de órganos posterior a su fallecimiento, en tanto que si una persona no desea donar sus órganos, debe manifestarlo por escrito al Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (Inat).