Maximiliano Ayala es presidente de la seccional colorada Nº 15 de capital y es funcionario permanente de la Secretaría Nacional por los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad (Senadis). Desde el año pasado está como comisionado en la Cámara de Diputados, institución en la que no desempeña ninguna función.
Ayala tiene un salario de G. 11.300.000 más un seguro médico de G. 300.000. Todo esto percibe de la Senadis, pero a pesar que no realiza tarea alguna en la Cámara Baja, mensualmente recibe un plus de G.1.500.000 en calidad de bonificación por responsabilidad. El monto total que percibe es de G. 13.100.000.
El funcionario ingresó a Diputados de la mano del legislador colorado Arnaldo Samaniego y de acuerdo a la planilla de Recursos Humanos, debería cumplir funciones en la dirección de Comunicación. Sin embargo, según se pudo comprobar, se encuentra más tiempo en la oficina de Samaniego o fuera de la institución.
Justamente, al no encontrarse ni en la Dirección de Comunicación, ni en la oficina de Samaniego, en donde informaron que Ayala estaba realizando gestiones en la Dibén, por medio de una llamada telefónica el propio funcionario manifestó que estaba fuera de la institución. Ante la consulta de cuál era su función en la Cámara, dijo que en ese momento estaba manejando y que cualquier consulta sobre él se podía hacer vía acceso a la información pública. Ante la insistencia de que se trataba de una pregunta muy simple, dijo que estaba en la Dirección de Comunicación.
Cuestionado sobre el rol que cumplía en dicha dirección y sobre si contaba con algún título universitario, se excusó nuevamente que estaba al mando de su vehículo y que apenas podía devolvería la llamada, situación que nunca ocurrió.
De acuerdo a la página web oficial de la Senadis, Ayala no cuenta con ningún título universitario y figura como bachiller, mientras que en la página de Diputados figura como universitario.
STAFF DE COMUNICACIONES. El director general de Comunicación de la Cámara de Diputados reconoció que el presidente de seccional figura como parte del staff de su dirección, pero que el mismo no cumple ninguna función. Explicó que en principio necesitaba de un locutor para un programa de Radio Cámara y por eso le trajeron a Ayala, teniendo en cuenta que el mismo hace un programa de radio en una AM, pero que finalmente su incorporación para tal efecto no fue necesaria.
Sobre el porqué no se puso término al comisionamiento, ya que su concurso no era necesario, Roberto Samaniego no supo responder y dijo que a veces Ayala realiza grabaciones de voz en off para la radio o para TV Cámara.
Por otro lado, dijo que al funcionario no se le podía catalogar de planillero porque acude a la sede parlamentaria todos los días.
Mientras el equipo de Última Hora conversaba con el director de Comunicación, Ayala lo llamaba insistentemente a su aparato celular, luego que había dicho que no podía hablar por estar manejando.
Ayala, con el único título que tiene, el de seccionalero, ocupó una dirección en la Senadis durante el gobierno de Horacio Cartes. En setiembre del año pasado fue apartado por el ministro César Martínez y pasó a disposición de Recursos Humanos y es donde aparece Arnaldo Samaniego para comisionarlo en Diputados y tenerlo como su mandadero, pero pagado por el pueblo.
Se hizo un intento de auditoría
La diputada encuentrista Kattya González propuso a inicios de este año una auditoría externa en la Dirección de Recursos Humanos y Administrativos y en la Cámara Baja, a fin de determinar los cambios que deben realizarse en el manejo de los recursos financieros y los funcionarios públicos permanentes, contratados y comisionados en la institución. Fue a raíz de las múltiples denuncias de la existencia de funcionarios planilleros que cobran jugosos salarios mensualmente y no acuden a la sede parlamentaria o, en otros casos, aparecen solamente para registrar asistencia y luego retirarse. Sin embargo, este planteamiento quedó en el oparei (en la nada), como tantas otras propuestas.