En una entrevista en CNN, el senador anunció además que apoya al rival de Wasserman Shultz en las primarias del distrito 23 de Florida para la Cámara de Representantes.
“Bueno, claramente, yo estoy a favor de su oponente. Sus puntos de vista son mucho más cercanos a los míos que los de Wasserman Shultz”, afirmó tras ser preguntado por su preferencia en esas primarias.
“Y déjame también que diga esto. Con todo el debido respeto, si fuera elegido presidente, ella no sería nombrada de nuevo para presidenta del Comité Nacional Demócrata”, agregó el senador.
Sanders envió hoy un correo electrónico para recaudar fondos por Tim Canova, el rival de Wasserman Shultz en las primarias del distrito 23 de Florida.

“La revolución política no es solo elegir un presidente, hermanas y hermanos. Necesitamos un Congreso con miembros que crean, como Bernie, que no podemos cambiar un sistema corrupto tomando su dinero”, señala el correo de la campaña de Sanders.
La campaña del senador, independiente hasta estas primarias y que se define como socialista democrático, ha tenido numerosos choques con el Comité Nacional Demócrata por considerar que favorecen a su rival, Hillary Clinton.
Sanders rechaza las llamadas de Clinton a que abandone y promete competir hasta el último voto en la Convención Demócrata de julio en Filadelfia (Pensilvania), donde los delegados elegirán al candidato a la Presidencia.
La ex secretaria de Estado suma 2.293 delegados (incluidos 525 “superdelegados”), frente a los 1.533 del senador (con 39 “superdelegados”) de los 2.383 necesarios para asegurarse la nominación.
Los delegados son miembros del partido que acuden a la convención con su voto ya definido por las primarias, mientras que los “superdelegados” son miembros del Comité Nacional del Partido, legisladores de la Cámara de Representantes o senadores sin el voto atado a ningún candidato.
El abrumador apoyo de los “superdelegados” a Clinton desde el principio es una de las fallas del sistema interno que ha denunciado Sanders a lo largo de la campaña y, a su juicio, una prueba más de que la dirección del partido apuesta por la ex primera dama como candidata.