El mandatario abogó por la integración y por atraer a los países “extremos” hacia el centro, como el rol de su país. También celebró que finalmente hayan concluido las negociaciones para el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, y lo calificó como una gran oportunidad, pero aclaró que todavía falta mucho.
Sostuvo que con los países europeos, el Paraguay tiene en común “el respeto a los derechos humanos”. Sin embargo, su gobierno mantuvo un fuerte conflicto con Bruselas por el intento de derogar el convenio para la transformación educativa como parte de una campaña electoral del cartismo, que aseguraba que el proyecto contenía asuntos de género que este sector político rechazaba.
Peña, en tanto, cuestionó del Mercosur el sistema multilateral que, sostuvo, “quedó totalmente desfasado”, ya que fue construido después de la Segunda Guerra Mundial. “Ovaléma”, manifestó el presidente. También indicó que los incentivos no están alineados a los temas arancelarios.
Señaló que la integración física es una materia pendiente y que en ese marco está previsto que Paraguay inaugure dos puentes con Brasil. También mencionó la ventaja comercial con la hidrovía Paraná - Paraguay y la construcción de las rutas bioceánicas y el gasoducto.
Resaltó que su objetivo es cambiar el Mercosur y aprovechó para anticipar que apunta además a hacer lo mismo en la Organización de Estados Americanos (OEA), donde quiere “relanzar el sistema multilateral” y para ello impulsa la candidatura del canciller Rubén Ramírez Lezcano para las elecciones que se realizan en marzo, donde se elegirá al sucesor de Luis Almagro.
“Con la idea de traer a todos los países (a la OEA), todos los que quieran defender el estado de derecho, la democracia, los derechos humanos, que para nosotros son innegociables, pero para darle una sacudida a este sistema multilateral que hoy no es capaz de resolver ni uno de los conflictos que tenemos que enfrentar, cada año nos encontramos con más conflictos armados”, expuso.
Peña además sentó su postura nuevamente en favor de Israel, a donde la próxima semana se dirige para mudar la Embajada paraguaya de Tel Aviv a Jerusalén. “Un tema tremendamente controversial para muchos países, pero solamente un país que estuvo al borde del exterminio como Paraguay sabe los riesgos de la intolerancia”, recalcó el presidente.