Desde el campamento de drogas intervenido en Canindeyú, Santiago Peña quiso poner paño frío al escándalo por la ruptura de la cooperación con la DEA, lo que implica el retiro de todos los equipos estadounidenses de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
“La posición clara es que nosotros queremos sentarnos a conversar con la DEA sobre cuál es el marco que debe regir para las relaciones y para el apoyo. Nosotros no estamos satisfechos con la experiencia que nos ha tocado a nosotros a lo largo de estos 15 meses, pero nosotros no nos cerramos, queremos realmente seguir contando con la colaboración como se ha plasmado en la nota”, dijo el mandatario.
En ese sentido, el mandatario anunció que Paraguay está en conversación con el equipo de transición del nuevo gobierno de Estados Unidos, con Donald Trump como presidente, teniendo en cuenta que el republicano asume el 20 de enero.
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Insistió en que existe una lucha frontal contra el crimen organizado con resultados sin precedentes y nuevamente se refirió a la desconfianza hacia la cooperación estadounidense.
“Y en este proceso nosotros buscamos la colaboración de los países aliados, pero nosotros también queremos hacer respetar la soberanía del Paraguay, que es para nosotros innegociable. Nadie puede venir a resolver los problemas de los paraguayos, nos pueden ayudar a colaborar, pero nosotros tenemos que ser los dueños de nuestro destino y tomar el protagonismo en las decisiones que tiene que llevar adelante este país”, expresó.
Apoyo a Jalil Rachid, blanco del escándalo
De acuerdo a la información actualizada en la mañana de este martes, se incautaron en total más de 57 toneladas de marihuana prensada lista para su envío al mercado brasileño, con un golpe económico de USD 22 millones.
El Gobierno destacó como una incautación récord que golpea a la estructura de Felipe Santiago Acosta, alias Macho, pero además este logro fue aprovechado para demostrar el apoyo al ministro de la Senad, Jalil Rachid, luego de romper unilateralmente el convenio con la DEA que funcionaba a través de la Unidad de Investigación Sensible (SIU).
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Santiago Peña fue muy claro al respecto y a pesar de haber bajado el tenor de su posición luego de que Estados Unidos contestara con el anuncio de un inventario y el retiro de todos sus equipos donados para la lucha antidrogas, retomó el discurso de desconfianza hacia el convendio firmado en el 2022.
Sobre el punto dijo que hay dudas sobre los compromisos asumidos en administraciones anteriores, ya que hay dictámenes de la misma asesoría jurídica de la Senad en contra del documento.
Si bien el ministro del Interior, Enrique Riera, había dicho que la Senad no puede funcionar sin la DEA y que Rachid cometió un error al romper la cooperación sin tener en cuenta las cláusulas del convenio 2022, el presidente nuevamente le dio su respaldo.
“Yo estuve en conocimiento de todo y mi presencia acá también refleja mi involucramiento en esta lucha. Yo tengo una plena confianza en todo mi equipo, pero no solamente me baso en la confianza, también me involucro en los temas”, agregó Peña.
Acompañaron la comitiva hasta Canindeyú el ministro de Defensa, Oscar González, el general César Moreno, comandante de las Fuerzas Militares y Abel Acuña, a cargo del Comando de Operaciones de Defensa Interna.