Organizado por segunda vez en la mayor ciudad brasileña por la empresa barcelonesa Verdi, el festival se inspira en tradiciones hindúes con polvos de colores en los siete chakras sagrados: salud (violeta), unión (verde), alegría (amarillo), renovación (rosado), paz (azul), amor (rojo) y positivismo (naranja).
Los polvos se tomaron literalmente en una explosión multicolor una de las plazoletas del parque, que por su lago es llamado de “la playa de los paulistanos”, a pesar de no ser usado para bañistas ni para la pesca deportiva, pero si por parejas de novios y familias que se reúnen a su alrededor.
Rodeado de edificios residenciales y de espacios culturales, como la Bienal de Ibirapuera, la Oca que fue proyectada por el fallecido arquitecto Oscar Niemeyer y varios museos, el parque cumple este año seis décadas de funcionamiento.
Este sábado, unas 10.000 personas se acercaron al “Holi Festival de los Colores” aprovechando que el tiempo más ameno, con un sol que dio una tregua después de alcanzar la ciudad temperaturas récord en las últimas semanas y agudizar la sequía que la mantiene en la más grave crisis hídrica desde 1930.
Los organizadores señalaron que el parque reúne las diferentes “tribus” de la metrópoli, con jóvenes, niños y adultos de todas las clases sociales para celebrar juntos la llegada de la primavera.
Además de la explosión de polvos hindúes, otras actividades marcaron el festival, como la meditación colectiva y espectáculos musicales de reggae, música electrónica y ritmos contemporáneos, entre ellos la presentación del pinchadiscos DJ Piero Chiaretti, uno de los más esperados del día.
Entre los artistas que se presentaron, todos con una temática musical inspirada en los siete chakras, estuvieron las bandas Xaxado Novo, TK and Nam Rock y Bloco Kaya na Gandaia.