24 feb. 2025

Se busca presidente (II)

La semana pasada estaba reflexionando sobre las implicaciones geopolíticas en escala planetaria y nacional del nuevo gobierno MAGA de Donald Trump. Además, sobre la carencia de Presidentes (con mayúscula), en este admirable mundo nuevo que se vuelve conservador. Es decir, ya no existen presidentes, solo existen vendedores. La crisis de Milei como influencer en redes de una criptomoneda anómala es la evidencia empírica que confirma mi hipótesis. Posteó un mensaje en X con la dirección web de la criptomoneda $Libra que se estaba lanzando, sugiriendo dónde se debía invertir para ayudar a pequeñas y medianas empresas de Argentina. Y lo tuvo que eliminar. Borrar el posteo es aceptar un error. Nadie borra lo que está correcto. No va a perder su mandato por eso. Fue una derrapada. Lo grave es que en el libre mercado una autoridad nacional elegida en votaciones conforme a la Constitución, y que regula el mercado de mercados, como es el financiero (aunque no regule el mundo cripto), representa intereses públicos, de todos. Y por eso, la ética y las leyes no le permiten que pueda dedicarse a actividad privada alguna. Menos aún podría dedicarse a ser un “garoto propaganda” (como dicen en el Brasil); no puede ser vendedor de divisa o criptomoneda alguna. Sus defensores, que los debe tener, afirman que no viola ley alguna. Pero violó su propia ética que fundamenta el libre mercado, de donde deriva su propia prédica, la ley de la libertad de elegir por cuenta propia (Free to Choose, de Milton Friedman) sin que nadie pudiera tener un poder superior que pueda interferir en la libre elección de cualquier comprador o vendedor de cualquier bien, servicio o monedas. Interfirió abiertamente en la oferta y la demanda del individuo independiente del mercado. Quiso ser la mano invisible. Es más, primero dijo que su posteo era como ciudadano y no como presidente. Es decir, estaba sin investidura. Luego dice que le va a pedir a uno de sus ministros de Estado que le ayude en la defensa del caso que fue una cuestión particular. Se autoincrimina. Cuando lee es presidente, pero cuando postea es economista del mercado. Esquizofrenias de identidad no se pueden permitir a presidentes de naciones. Mucha gente perdió plata en el enredo. Creo que ahora va a ser un poco menos arrogante. Fue una cachetada, un jurupete jefe, que debe llamarlo a reconvertirse en una persona más humilde para volver a ser presidente en vez de vendedor.

En Paraguay, tenemos algo igual, sin resultados. Lo interesante del país es que pensábamos que, gracias a los viajes presidenciales y consecuente con la era MAGA, Trump iba a vendernos alguna condonación de faltas. Sin embargo, Trump, que también es vendedor y tiene su propia criptomoneda, está demorando el levantamiento de sanciones basadas en la ley Magnitsky, tan esperado en el Paraguay. Tampoco se retoman los convenios con la Administración Antidrogas DEA de EEUU, suspendidos unilateralmente, primero, suponemos que, por el quincho, y rogados sean repuestos luego por este mismo poder que gobierna el Paraguay. Para Trump no existimos. Luego de sus negociaciones con Rusia, Venezuela y China, nos tiene desconcertados. Lo que importan son los intereses por sobre todas las cosas.

Nosotros nomás creemos que la ideología cuenta. Y nos peleamos y hablamos todo de balde acusándonos de conservadores versus zurdos. Trump nos está dando una lección ejemplar de pragmatismo y un baño de agua fría para mostrarnos la realidad. It is morning again in América, nos dijo. No en Paraguay. Delante de su socio de negocios y de emprendimientos políticos, Elon Musk, el más famoso fabricante de autos eléctricos del mundo, por ahora, dijo que el petróleo será prioridad y que la onda green será pospuesta entre sus políticas públicas. Claro, no hay problemas, China puede seguir siendo el mayor mercado de Tesla y lo será. Para eso, Trump dijo hace menos de una semana que ha vuelto a hablar con Xi-Jinping sin contar absolutamente nada de lo que conversó con el poderoso de la China. “Tenemos una muy buena relación personal”, contestó a Fox News cuando se supo de la llamada telefónica entre ambos gobernantes. En cualquier momento, Taiwán puede ser otra Ucrania, negociada, para que el mundo siga rodando y no falten semiconductores.

En este contexto, el Paraguay también debe reposicionarse en la geopolítica donde se le perdió la pelota. El país debe comenzar a buscar un presidente para el 2028. Debe ser algo totalmente nuevo luego de un paréntesis, sin presidente formal que sea real, tal cual es lo que nos está tocando vivir entre el 2023 y el 2028. Muchos dicen que no se animan a la alternancia, a votar por un nuevo grupo o signo político para no dar un salto al vacío, dejando un espacio sin ocupar, como presidencial desde el 2023. Pero financiaron la campaña de la presidencia por encargo. Algo anormal. Las razones que arguyen, todas deben escucharse, y he venido colectando, son: 1. Es que al populacho le falta educación y conciencia cívica y, por eso, la gente sin educación es la culpable de que estén los que están. Ellos vendieron su voto o votaron mal. 2. Es que la oposición no presenta ofertas de candidatos potables y por eso, “nos vimos obligados a votar por estos que hoy aparecen”, delincuentes, nepos, robos, corrupción legislativa y en la Justicia. La culpable del narco-Estado es la oposición. 3. El culpable es USAID, no el quincho, dijo alguien hace poco cuando saltó el tema Lalo. En el primer caso, yo pregunto a la gente qué es conciencia cívica. ¿Dónde se compra y dónde se obtiene esa tal conciencia ciudadana? Si es que existe. La gente está en febrero 2025 subsistiendo y le piden que se manifieste. La gente está con el ánimo que les da por los tomates, con 51% de inflación en esta hortaliza solo en enero del presente año. La gente está en Informconf procurando que su cooperativa de barrio aun así le otorgue un crédito de un millón de guaraníes para los útiles de sus hijos, y le piden conciencia cívica y ciudadana, y que asista a la convocatoria de protesta frente al JEM de hace dos semanas. Otros se burlan por la escasa convocatoria en esta marcha, cuando que el pueblo empobrecido no tiene ni para su pasaje y sus hijos tienen hambre. Crueles y desalmados. Hay padres y madres que acaban de formar fila durante toda la noche y la madrugada para inscribir a su hijo en alguna escuela pública porque no tienen plata. Y le piden juicio de ciudadanía.

En el segundo caso, gente que piensa que votó o financió a Bachi, Lizarella y Chaqueñito, en vez de Amílcar Ferreira, Soledad Villagra de Biedermann y Jorge Rolón Luna, dice que la oposición no presenta oferta política potable y de calidad, ni para el Legislativo. En el tercer caso, ni vale la pena analizar. Por último, a los que pueden superar estas excusas, me permito decirles (antes que sus nietas se casen con el nieto de un narco en el club más elegante del Paraguay): Que la alternancia es más importante que los candidatos. La alternancia en el 2028 es más importante que la pureza química, la calidad profesional, la divinidad y la santidad libre de pecados que exigen a los candidatos no oficialistas para después elegir a Lalo.

Hoy tenemos a graduados Ivy League mezclados con el ex presidente de la ARP del Amambay, abogados sin diploma, quincho, narcos y presuntos asesinos. La alternancia supone que las bandas de delincuentes que merodean el poder, por lo menos, tengan que renegociar acuerdos con el nuevo equipo que toma el poder, en el peor de los casos. Y eso lleva tiempo para perfeccionar. Supongo. Acá el mismo régimen lleva más de setenta años con el mismo modelo dentro de los mercados del crimen. O más años, según Paraguay, droga y banana: la película , que la élite empresarial recomienda en los chats de gente preocupada, para justificar las noticias escabrosas que aparecieron hace pocos días en el caso de Orlando Arévalo y sus secuaces.

La alternancia por lo menos supone que el que entra puede controlar al que se va para saber qué hizo por fuera de la ley evitando la impunidad. El accountability republicano reside en la alternancia. No en la santidad de los candidatos. El que entra le va a controlar al que se fue, incluso por malicia. Luego, si con un cambio político por medios democráticos entra alguien un poquito rupturista y más íntegro, muchísimo se puede avanzar. En Uruguay el candidato de Lacalle Pou, que se retiró con sesenta por ciento de popularidad, perdió ante el progresista Yamandú Orsi en recientes elecciones. Le pregunté a gente conservadora del Uruguay si no estaba preocupada, y la respuesta fue que no; que ellos vuelven en la próxima elección para controlar qué se hizo bien y qué se hizo mal, y poder corregir, y si se puede, castigar. La alternancia es un hábito como el mate para los uruguayos. Por algo tienen casi el doble del PIB de Paraguay, con la mitad de la población, y diez veces más de inversión externa directa neta versus nuestro país. Se busca presidente de verdad para el 2028 en Paraguay. El cargo está vacante. ¡Saludos cordiales!

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