Las plantas que están dando sus primeros granos pertenecen a la empresa Healthy Grains, que encargó los ensayos en los departamentos de Presidente Hayes, Itapúa, San Pedro, Canindeyú y Guairá.
El asesor del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) Santiago Bertoni explicó que algunas variedades están teniendo mejor resultado que otras, como es de esperarse en la investigación de los cultivos.
Asimismo informó que al tratarse de plantas que no están inscriptas con derechos del obtentor, deben pasar por una segunda prueba, según la normativa paraguaya. Aunque mencionó que se están analizando las posibilidades de saltar este paso, pero para el efecto se necesita de una herramienta jurídica en la cual se está trabajando.
En este caso la firma está interesada en los granos, que al procesar pueden derivar en harina, proteína y aceite comestible, mientras que Evona, de origen holandés, pretende extraer aceite como biomasa, pero aún no importó las semillas para los ensayos.
Controversias. El secretario de la Cámara Paraguaya de Cannabis Industrial (Cannapy), José Cardona, comentó que el sector pidió al Gobierno eliminar las limitaciones y burocracias que se instalaron con la creación de la Comisión Nacional de Cáñamo Industrial, pero además plantea que el proyecto no solo incluya a los pequeños productores como establece el Decreto N° 2725, sino que también contemple a los medianos y grandes agricultores.
Al respecto Bertoni respondió que el MAG no se cierra a la posibilidad, siempre y cuando haya una propuesta responsable desde el sector privado, pero por el momento no hay cambios y los cultivos comerciales se limitarán a dos hectáreas por cada productor.
Ensayos. Los gastos que conllevan la investigación de las plantas antes de su liberación comercial son absorbidos por la empresa, que en este caso pagó G. 59.500.000 por las siete variedades para su evaluación genética y G. 70.000.000 para las pruebas de eficacia, informó a su vez la directora de Administración del IPTA, Raquelina Carrillo.