Estados Unidos, Catar y Egipto llevan meses mediando para tratar de alcanzar un alto el fuego en la Franja de Gaza. Pero las posibilidades de que se alcance se han ido desvaneciendo en las últimas semanas, ya que ambas partes se mantienen tenazmente en sus posiciones.
Hamás, que gobierna Gaza y cuyo ataque el 7 de octubre en el sur de Israel desencadenó la guerra, exige que el ejército israelí se retire completamente del territorio palestino.
Pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insiste en que las tropas deben permanecer en el “corredor Filadelfia”, en la frontera entre Gaza y Egipto.
“ALTO EL FUEGO YA”. “Once meses. Ya basta. Nadie puede soportar esto por más tiempo. La humanidad debe prevalecer. Alto el fuego ya”, escribió en la red social X el jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini.
La presión internacional para poner fin a la guerra se intensificó el viernes después de la muerte de una activista turcoestadounidense en Cisjordania ocupada.
Aysenur Ezgi Eygi, de 26 años, fue abatida por disparos de las fuerzas israelíes mientras participaba en una protesta contra la colonización judía en Beita, en el norte de Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.
Las fuerzas israelíes lanzaron el 28 de agosto una operación a gran escala en Cisjordania, donde la violencia se recrudeció desde el inicio de la guerra en Gaza.
El conflicto en Gaza se desató el 7 de octubre, cuando un ataque de combatientes de Hamás en Israel provocó la muerte de 1.205 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes.
Los milicianos islamistas secuestraron a 251 personas: 97 continúan retenidas en Gaza, aunque el ejército israelí da por muertas a 33 de ellas.
En respuesta al ataque, Israel prometió destruir Hamás y lanzó una vasta represalia de bombardeos que ya dejó 40.939 muertos en el territorio palestino, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Tanto Israel como Estados Unidos y la Unión Europea consideran a Hamás como una organización “terrorista”.
La guerra en Gaza devastó el estrecho territorio asediado por Israel y su población, de 2,4 millones de habitantes antes del conflicto, afronta una crisis humanitaria sin precedentes.
Varios bombardeos sacudieron el territorio palestino este sábado matando al menos a 17 personas, según la Defensa Civil de Gaza y testigos.
“No sabemos a dónde ir. Estamos en la calle”, contó Abd Arooq, un palestino desplazado.
“Ya no se respeta la santidad de las mezquitas, las escuelas o de las casas en las que vivimos”.