La noticia de la venida se dio el 8 de diciembre de 1987, en la ciudad de Caacupé, por parte de los obispos. La información se recibió con júbilo en medio de la feligresía reunida en la catedral de la fe del Paraguay.
Cuando el reloj marcaba las 13.00 de aquel 16 de mayo de 1988, bajo una fuerte lluvia, llegaba al país Juan Pablo II. Miles de peregrinos aguardaban su presencia en la zona de Ñu Guasu, donde se celebraría la canonización de San Roque González de Santa Cruz y de sus compañeros mártires Juan del Castillo y Alfonso Rodríguez.
El polaco Karol Józef Wojtyla sería el primer Sumo Pontífice en pisar tierra guaraní. Los encuentros en Asunción, Caacupé, Encarnación, Villarrica y el Chaco fueron multitudinarios.
Es recordado en el país por señalar públicamente durante su visita “las luces y sombras” de la dictadura de Alfredo Stroessner. Pocos meses después se produjo el golpe de Estado que derrocó al dictador, quien estuvo en el poder durante 35 años.
“No se puede arrinconar a la Iglesia en sus templos, como no se puede arrinconar a Dios en la conciencia de los hombres”, expresó en el Palacio de López. En su reunión con los jóvenes en Ñu Guasu, pidió a los mismos “construir un nuevo Paraguay”.
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El “Papa de los jóvenes” fue beatificado el 1 de mayo de 2011 y fue canonizado 27 de abril del 2014 por el papa Francisco, quien fue el segundo Sumo Pontífice en visitar al país.
Juan Pablo II estuvo al frente de la Iglesia Católica por 26 años y cinco meses. Sus 104 viajes apostólicos fuera de Italia lo convirtieron en “el Papa peregrino”. Tras su muerte, fue sucedido por Benedicto XVI.
Su profundo amor hacia los jóvenes lo llevaron a impulsar las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMC), que a 13 años de su partida todavía se llevan a cabo.
El 2 de abril del 2005, Karol Józef Wojty?a, falleció en la Ciudad del Vaticano. Juan Pablo II murió dejando a su paso uno de los pontificados más largos desde la existencia de la Iglesia Católica.