El Gobierno espera la respuesta a la nota enviada por Enrique Riera, a pedido de Santiago Peña, a la directora de la DEA, Anne Milgram, máxima autoridad de la agencia antidrogas, para comenzar la renegociación del nuevo convenio de cooperación entre Paraguay y Estados Unidos.
Si bien no hubo una ruptura total, el 6 de diciembre Jalil Rachid notificó a la Embajada de Estados Unidos que la Senad daba por culminado el programa SIU, que es la unidad de inteligencia de la DEA, por lo que la cooperación permanecía solo con la Policía Nacional.
El ministro de la Senad dijo a ÚH que en este momento recién se trabaja en la reestructuración, por lo que no hay ningún avance del convenio. Todavía se desconocen los términos de la renegociación, pero el Gobierno dejó claro que el objetivo es que la coordinación esté centralizada, ya no separada entre instituciones, y que el liderazgo recaiga en Paraguay, por principios de “soberanía”. Además, con la inclusión del Consejo de Defensa Nacional (Codena), también habrá intervención militar.
Se baraja que la titularidad de la futura unidad de inteligencia podría quedar en manos del ministro del Interior o el ministro de la Senad.
“Nosotros vamos a juntar las dos unidades investigativas en una coordinación única y en esa coordinación vamos a ver cómo queda el liderazgo”, expresó.
Filtración. Gustavo Villate, ministro de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic), indicó en contacto con Monumental 1080 AM, que la idea es renegociar y que no se definió aún si sería mediante un nuevo convenio o solo una adenda. A su vez, reconoció que la información no debió conocerse y que hubo una filtración, por ese motivo apareció una publicación en el Washington Post.
Lo llamativo que manifestó el ministro es que la causa de la filtración del documento firmado por Rachid podría ser una “pichadura” por parte de algún actor tanto de la DEA –y por eso la información aparece en un medio estadounidense– como de algún funcionario de instituciones paraguayas, ya que todavía se tiene a personas del gobierno anterior en el equipo.
El cartismo tenía la intención de reducir la influencia de la DEA en el país hace mucho tiempo y la victoria de Donald Trump fue un factor que motivó a emprender las primeras movidas.
El momento en que dejaron notar este objetivo fue tras la muerte de Lalo Gomes en un operativo coordinado con la SIU. El diputado Yamil Esgaib impulsó un proyecto para su eliminación que no prosperó y el sábado 7 de diciembre, Jalil Rachid, comunicaba junto con Enrique Riera la interrupción de la cooperación y la centralización de todas las operaciones en la Policía Nacional.
Pero en este momento se inicia una nueva relación con términos ajustados a intereses de este gobierno. “Hemos decidido iniciar una nueva etapa que al mismo tiempo reestructure el sistema de defensa y seguridad y potencie la presencia de la DEA y toda cooperación que tenga que ver con seguridad y defensa del Estado”, expresó el contralmirante Cíbar Benítez, ministro de Codena.