Las intensas precipitaciones de los últimos días afectaron la estructura edilicia de la antigua iglesia jesuítica de San Joaquín. Las goteras del techo, más la humedad, hicieron que parte de la pared de adobe caiga al suelo.
El cura párroco del lugar, padre Lucio Vargas, dispuso el cierre total de las puertas de la iglesia como prevención a situaciones más graves que se pudieran dar.
Así mismo, las piezas de valor ubicadas en el altar mayor fueron trasladadas hasta la casa parroquial para prevenir posibles sustracciones que pudieran ocurrir en el lugar.
La Junta Municipal de San Joaquín, reunida en esta mañana en sesión extraordinaria, declaró en emergencia el estado de la histórica edificación.
Tras el desplome causado por el abandono estatal, representantes del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones se constituyeron en el sitio a fin de evaluar la situación.
Los enviados del MOPC dijeron a autoridades locales y a la ciudadanía en general que harán todo lo posible para acelerar el proceso licitatorio que permita en el menor lapso de tiempo arrancar con los trabajos específicos de restauración.
La estructura tiene casi 280 años de existencia. En reiteradas ocasiones se denunció que requería de refacciones.