Por Patricia Vélez, de REUTERS
LIMA, PERÚ
Los cultivos de Sudamérica, una de las principales regiones agrícolas del mundo, podrían enfrentar en los próximos meses al fenómeno climático La Niña, “la hermana seca” de El Niño, que se desvanece tras golpear las cosechas al Norte del continente y beneficiar a las del Sur.
La llegada de La Niña, una anomalía que en ocasiones sigue al inusual calentamiento de las aguas del océano Pacífico ecuatorial causado por El Niño, podría afectar desde los cafetales de Brasil y los trigales de Argentina hasta la zafra de caña de Perú. Y a sus precios.
“En el laboratorio estaremos siguiendo muy de cerca las condiciones durante abril y mayo”, dijo a Reuters Bill Patzert, oceanógrafo del laboratorio de propulsión a chorro de la NASA en Estados Unidos.
“Muchos científicos y yo esperamos que actual El Niño salga del escenario pronto (...) Aún no está claro qué viene después. El regreso de la hermana ?seca’ de El Niño, La Niña, es ciertamente una posibilidad pero no una certeza”, agregó.
Tras una temporada con fuertes lluvias en la región Sur, que potenciaron los cultivos de cereales y oleaginosas en Brasil, Argentina y Paraguay, pero golpearon las plantaciones de café en Colombia y las de caña en Perú, La Niña traería corrientes frías y cambios en los patrones pluviales del continente, dijo el oceanógrafo.
SEQUÍA. Perú, Ecuador, Chile y el Sur de Brasil tendrán condiciones climáticas más secas, y una eventual modificación del régimen de lluvias plantea una amenaza de magnitud para los cultivos argentinos y también podrían alcanzar al suelo paraguayo.
“Sería grave para la zona núcleo triguera, para la región pampeana, porque en principio podría atrasarse el inicio de la temporada de lluvia o tener un trimestre de primavera con lluvias por debajo de lo normal”, dijo Germán Heinzenknecht, especialista de la Consultora de Climatología Aplicada en Buenos Aires
Eso afectaría los rendimientos de uno de los primeros cinco exportadores mundiales del cereal, que será sembrado en mayo y junio y que no dispondría del agua necesaria para la etapa de floración de setiembre y octubre.
Las lluvias generadas por El Niño a fines de diciembre fueron sumamente beneficiosas para la cosecha de soja 2009/2010 de Argentina, que espera un récord de 54,5 millones de toneladas según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Heinzenknecht explicó que esas precipitaciones garantizaron la provisión de agua del trimestre más cálido del año, durante el cual los cultivos demandan más agua y las exigencias atmosféricas son mayores.
UNA ÉPOCA QUE TENDRÍA PERSPECTIVAS CAMBIANTES
Las perspectivas climáticas de La Niña contrastan con las que originó El Niño sobre parte de la región. Ambos fenómenos modifican las temperaturas del Pacífico y causan estragos en los patrones climáticos del planeta, con fuertes lluvias y sequías, incidiendo a su vez en el desarrollo de gran parte de los cultivos.
“Para muchas regiones de Norte y Sudamérica, La Niña es llamada usualmente ?la diva de la sequía’”, definió el oceanógrafo de la NASA, Bill Patzert.
En Brasil, el segundo productor y exportador mundial de soja y el mayor proveedor de café, azúcar y jugo de naranja del planeta, el frío que traería La Niña es un problema latente.
“Si bien un clima seco es lo que exactamente necesitan los productores de café y azúcar en los próximos meses para su (época de) cosecha, el fenómeno de La Niña trae riesgos que podrían influenciar los precios del café y otros productos”, dijo Alvaro Camargo, operador de Link Investimentos en Sao Paulo.
Los frentes fríos elevan las probabilidades de heladas para los cafetales y también afectarían a las grandes plantaciones de granos, explicó.
En países como Colombia, aún no hay previsiones sobre el eventual impacto del fenómeno luego de que el clima y factores locales golpearan la cosecha cafetalera del tercer productor mundial el año pasado, hasta derrumbarla a su peor registro en 33 años: 7,8 millones de sacos de 60 kilos.
Un poco más al sur, los productores azucareros peruanos estarán atentos a la evolución de La Niña, pues una tropicalización del clima en marzo y abril perjudicó su zafra y redujo el abastecimiento de azúcar en el mercado local.
Cuando aún no se apagan los efectos de la corriente que signó la temporada productiva de una de las regiones claves para la oferta de alimentos a nivel global, los expertos vigilarán las señales en los próximos meses.
De acuerdo a los datos climatológicos, hasta fines de julio podrían darse las lluvias, pero después podría volver un largo periodo muy seco.