La escribana mayor de Gobierno, Marta Narvaja, y los funcionarios de la Contraloría primeramente se reunieron con el ex obispo en su oficina para la firma de documentos.
Posteriormente, se trasladaron hasta la sala de reuniones de la presidencia de la Cámara Alta y todo el papeleo se realizó a puertas cerradas.
Acompañó a Beto Ovelar, el vicepresidente primero de la Cámara Alta, Blas Lanzoni. Además estuvieron presentes los funcionarios del área administrativa del Senado.
No hubo declaraciones oficiales por parte de ninguna de las autoridades, pero sí se informó que hay cuentas claras, y no hubo ningún inconveniente en cuanto a números.
En el informe de prensa remitido a los distintos medios por parte de la Dirección de Comunicación del Congreso, se indicó que el acto que se desarrolló en la sala de reuniones de la presidencia, es un trámite que permite comenzar la nueva etapa administrativa de Beto Ovelar.
Se indicó que el corte administrativo es una disposición legal que realiza la Contraloría bajo la supervisión de la Escribanía Mayor de Gobierno.
Se alegó que sirve para asegurar el cumplimiento de las disposiciones en materia administrativa y la responsabilidad personal de autoridades y funcionarios en materia civil, penal y administrativa.