En Ankara, el ministerio de Defensa afirmó que las fuerzas turcas tomaron Ras al Aín, ciudad fronteriza con Turquía, algo que los kurdos desmintieron. Sin embargo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los turcos entraron en la ciudad pero los combates continúan.
Turquía, que linda con Siria, quiere expulsar de los sectores fronterizos a la milicia kurdo-siria de las Unidades de Protección Popular (YPG), a las que califica de “terroristas”, e instaurar una zona de seguridad de 32 km de ancho para separar su frontera de las regiones kurdas. Su objetivo es realojar en esta zona a parte de los 3,6 millones de refugiados sirios instalados en su territorio.
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), coalición de árabes y kurdos apoyada durante años por EEUU en la lucha antiyihadista, instó a Washington al cierre del espacio aéreo ante la aviación turca. Las fuerzas kurdas calificaron de puñalada por la espalda la retirada estadounidense de la frontera, que permitió que Turquía lanzara su ofensiva, y les acusó de haberles abandonado.
Ayer, 9 civiles fueron ejecutados por rebeldes proturcos que participan en la ofensiva de Ankara, según el OSDH. Estos muertos eleva a 38 el número de civiles fallecidos desde el inicio del asalto el miércoles, indicó la misma fuente, que informó igualmente de 81 bajas entre las filas kurdas.
Por su parte, Ankara anunció la muerte de 4 soldados en Siria y de 18 civiles por unos ataques con cohetes lanzados por los kurdos contra ciudades turcas de la frontera.
Ayer, las fuerzas turcas y sus aliados locales lanzaron el asalto a Ras al Aín, de que la huyeron prácticamente todos los habitantes, según el OSDH. De acuerdo con un responsable de las FDS, cuya columna vertebral son las YPG, Ras al Aín sigue resistiendo y los enfrentamientos continúan. “Las FDS retrocedieron parcialmente por los violentos bombardeos pero lanzaron un contraataque”, agregó.
Las fuerzas turcas y sus aliados conquistaron una zona industrial en la periferia de Ras al Aín, de acuerdo con el OSDH.
Un responsable de los grupos sirios que apoyan a los militares turcos (ex rebeldes que combatieron contra el régimen sirio al principio de la guerra), indicó que su avance había perdido velocidad por la feroz resistencia de las YPG.