Aún cuando recibe constantemente las cargadas de sus compañeros de trabajo y amigos, don Baltazar Blanco, quien en la fecha cumple 75 años, afirma que lleva con orgullo el nombre de uno de los reyes magos de raza negra, que se plantea como un contrasentido en lo que respecta a su apellido.
“Va a saltar banco”, como lo definen cariñosamente sus allegados, está entre las principales gastadas que debe soportar día a día y que sin embargo, él mismo define como un factor que fortalece la camaradería con las demás personas que le rodean.
Oriundo de Tobatí, departamento de Cordillera, escribió incluso la historia de su vida en un libro titulado Baltazar: un rey sin corona y de contrapelo, que rescata precisamente la ironía de llevar los dos colores contrapuestos como nombre y apellido.
“Fue un regalito de mis padres y a más de ser una herencia de ellos, lo tomo como una veneración a quienes ya fallecieron y me dieron la vida. Pude haberme llamado Melchor o Gaspar, pero como soy morochito, llevé el de Baltazar, que es el rey negro”, comentó.
Agregó que “estoy orgulloso de mi nombre, aunque es muy poco usual que se produzca este tipo de combinaciones. Recibo cargadas pero las agarro con muy buena onda. Gracias a ello tengo muchos amigos”.
SUERTE. Don Baltazar Blanco sostiene que el hecho de haber nacido en el Día de Reyes le dio mucha suerte en la vida, y que sus más preciados tesoros son sus seis hijos, cinco de ellos de su matrimonio con Juliana Lezcano, quien falleció en un penoso accidente de tránsito.
Jorge Baltazar (3) es el último de sus vástagos en su nueva unión con Blanca Griselda Toledo. Los demás son Isaías, Irene, Gladys, Antonio y Pedro.
Puntualizó que su cumpleaños lo pasa con guitarreada y abundante asado o comidas típicas que son saboreadas solo por quienes recuerdan la fecha, ya que no realiza una invitación formal.
HECHO ANECDÓTICO
Don Baltazar recuerda que su padre Nolberto Blanco (+) aún con la resaca de la farra de reyes de su natal Tobatí, se presentó al juzgado local y lo anotó con el nombre del rey negro. Afirma que su madre Pablina Noguera (+) corroboró el hecho. Dice que su progenitor era adicto a pasar la fiesta con guaripola fuerte, lo cual lo tuvo mareado hasta el otro día e hizo que lo registre como nacido el 7. Esto se corrigió en su cédula de identidad.