Se trata de un ambicioso proyecto, que continúa el trabajo que comenzó Galaxia Gutenberg hace años, con la publicación de las Obras Completas de Kafka, dirigido por Jordi Llovet sobre la base de la edición crítica de Hans-Gerd Koch y un volumen al cuidado de Ignacio Echevarria.
Ahora se publica el primero de los tres volúmenes que ocupa la correspondencia completa que se ha conservado de Franz Kafka.
Un primer tomo de cartas a sus familiares, amigos y editores, además de las muy conocidas a sus “novias” o amantes, que se reeditan en su integridad y a la luz de las últimas investigaciones.
Casi un centenar y medio de estas cartas nunca habían sido traducidas y todas ellas siguen un orden cronológico. Los años que corresponden a estas cartas van desde la adolescencia del autor hasta su madurez temprana.
“Pequeña Elli, ¿qué aspecto tienes?, ya te he olvidado del todo, como si nunca te hubiera acariciado. Muchos saludos de tu Franz”. Así comienza la primera carta que escribió el autor de La metamorfosis o Carta al padre, dirigida a su hermana pequeña, el 21 de julio de 1900, una carta escrita a los 17 años. Cuando remitió la última de las que componen este volumen, el escritor ya había cumplido los treinta y un años y estaba dispuesto a emprender una vida alejado de su familia.
Hasta finales de 1912, las cartas van dirigidas, sobre todo, a su familia, a los amigos de la infancia y juventud y a su primera novia, también a sus jefes y sus primeros editores.
Amores y, por encima de todo, el amor a la literatura y a la pasión de escribir discurren por estas cartas, en las que también está Felice Bauer, a quien escribe por primera vez el 20 de septiembre de 1912 y a quien había conocido poco antes.
Kafka mandaba cartas diarias, y en ocasiones hasta dos, a Bauer, quien sería su prometida, aunque también muestra su zozobra en determinados momentos de la relación. “Puede que ahora unamos nuestras manos con firmeza, pero el suelo bajo nuestros pies no es firme y se desplaza sin ley”, escribe.
Y es que la relación entre el escritor checo y Bauer estuvo llena de altibajos y turbulencias. El 16 de junio de 1913 Kafka le dijo: “La verdad es que no soy nada, lo que se dice nada”.
Y el 19 de julio de 1914, Kafka escribió a sus amigos Max Brod y Felix Weltsch. “He tardado en escribir, ¿no? Pero mirad lo que me pasó. He disuelto mi noviazgo...”.
Todas las cartas cuentan con una nueva traducción de Adan Kovacsics. Y la edición ofrece también un amplio apartado de notas que permite adentrarse en los entresijos de las referencias empleadas por Kafka y en los detalles de su vida.