Los grandes protagonistas son los electores del Colegio Electoral.
En ambos casos, la victoria del candidato republicano se debió a que había superado los 270 votos electorales necesarios para abrirle las puertas de la Casa Blanca.
Estas son algunas claves del sistema, en vísperas de las elecciones del 5 de noviembre entre Donald Trump y la demócrata Kamala Harris, que se anuncian muy reñidas.
El sistema se remonta a la Constitución de 1787.
Son 538 los compromisarios. La mayoría de ellos son congresistas, funcionarios y cargos locales de los partidos.
Cada estado tiene tantos compromisarios o grandes electores como congresistas en la Cámara de Representantes (número determinado por la población) y el Senado (dos por estado).
California, por ejemplo, tiene 54 y Texas 40.
Vermont, Alaska, Wyoming y Delaware sólo tienen tres. En todos los estados menos en dos (Nebraska y Maine deciden por representación proporcional), el candidato más votado se lleva todos los votos de los grandes electores.
En noviembre de 2016, Donald Trump obtuvo 306 votos de grandes electores.
Millones de estadounidenses pidieron que lo bloquearan. Pero solo dos grandes electores de Texas desertaron, con lo que se quedó con 304 votos. Cinco presidentes estadounidenses en total han perdido el voto popular pero han ganado las elecciones.