El anuncio sigue luego de que el poderoso cohete SLS con la cápsula Orión en su cúspide se había mantenido en la plataforma 39B del Centro Espacial Kennedy, tras retrasarse a primera hora de hoy el despegue a la hora prevista, las 8.33 de la mañana, hora local (12.33 GMT).
La NASA había anunciado con anterioridad que en caso de que hoy no despegara esta histórica misión, que supone una vuelta al satélite terrestre al cabo de casi medio siglo, maneja como segunda y tercera fechas tentativas los días 2 y 5 de setiembre próximos.
El lanzamiento estaba originalmente programado para las 08H33 (12H33 GMT) desde la plataforma de lanzamiento 39B en el Centro Espacial Kennedy en Florida.
Pero a medida que amanecía sobre el enorme cohete naranja y blanco de 98 metros de altura el despegue se hacía cada vez más improbable.
Nota relacionada: NASA lista para probar la nave con la que viajará a la Luna y más allá
Los depósitos del cohete -el más potente del mundo- se fueron llenando durante la noche con más de 3 millones de litros de hidrógeno y oxígeno líquidos ultrafríos.
Pero el abastecimiento comenzó con una hora de retraso debido al riesgo demasiado alto de relámpagos.
Luego, una fuga provocó una pausa durante el llenado del segmento principal con hidrógeno, antes de que se encontrara una solución y se reanudara el flujo.
Sobre las 07H00 locales, se investigaba un nuevo problema. Uno de los cuatro motores RS-25, debajo del segmento principal del cohete, no pudo alcanzar la baja temperatura deseada, condición necesaria para poder encenderlo.
La cuenta regresiva se detuvo y, después de más de una hora y media de espera mientras se intentaba solucionar el problema, la directora de lanzamiento de la NASA, Charlie Blackwell-Thompson, tomó la decisión de cancelar.
Sueños y esperanzas
Entre 100.000 y 200.000 personas, incluida la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se esperaba que presenciaran en vivo el despegue el lunes.
50 años después de que astronautas pisaran la Luna por última vez en la misión Apolo 17, Artemis 1 debería marcar el lanzamiento del programa estadounidense para regresar a la Luna, con miras a permitir a la humanidad llegar eventualmente a Marte a bordo de la misma nave.
El objetivo de Artemis 1 es probar el cohete SLS y la cápsula de tripulación Orion en su parte superior.
Orion se lanzará sin tripulación en órbita alrededor de la Luna, para verificar que el vehículo sea seguro para los futuros astronautas, entre los que se prevé enviar la primera mujer y la primera persona de color a la superficie lunar.
“Esta misión lleva consigo los sueños y esperanzas de muchas personas”, dijo el jefe de la NASA, Bill Nelson. “Ahora somos la generación Artemis”.
Dos minutos después del lanzamiento del SLS, los propulsores regresarán a la Tierra para caer en el Atlántico. Ocho minutos después, el segmento principal se separará y aproximadamente una hora y media después, un último impulso enviará la cápsula rumbo a la Luna, adonde tardará varios días en arribar.
El principal objetivo de Artemis 1 es probar el escudo térmico de la cápsula, que regresará a la atmósfera terrestre a casi 40.000 km/h, y a una temperatura la mitad de la de la superficie del Sol.
En lugar de astronautas, se colocaron maniquíes a bordo, equipados con sensores que registran las vibraciones y los niveles de radiación.
La cápsula se aventurará hasta 64.000 km detrás de la Luna, la mayor distancia que haya alcanzado una nave adaptada para acoger tripulación.