“Buscar vacas tiene más recursos que buscar personas, sobre todo niños y mujeres”, sostuvo la abogada Diana Vargas al ser consultada sobre el caso de Analía Rodas, desaparecida desde hace siete meses y cuyo cadáver se sospecha fue encontrado este lunes en su propia casa, en San Antonio.
La especialista en derechos humanos señaló que “el principal problema es que la desaparición de personas no es un tema de relevancia para la Policía, ni para Fiscalía”, al respecto aseguró que existen más unidades antiabigeato en el país.
“El tema es la importancia que se le da, y ¿por qué no lo es?, porque casi siempre son niños y mujeres, entonces no es un tema de relevancia dentro de la policía criminal”, expuso.
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Vargas mencionó que tanto el caso de Analía Rodas, como el de Isaura Bogado y situaciones anteriores de niñas y mujeres adultas desaparecidas evidencian las debilidades institucionales en materia de protección.
“Cuando hay una persona que desaparece, por el motivo que fuera, no hay un aparato estatal que se active y que tenga un circuito, una ruta crítica a seguir. La paradoja es que nadie le busca a la persona desaparecida y que cuando por alguna casualidad, después del tiempo que fuera aparece, le tratan como una persona que está en conflicto con la ley porque te privan de tu libertad alegando que es el Juzgado es el que debe determinar qué hacer con la persona”, explicó.
Vargas comentó que, como esta situación es recurrente, se propuso un protocolo de búsqueda y localización de personas y cuya resolución se encuentra vigente y que establece una mínima ruta para la Policía Nacional. “La Policía tiene muchas unidades, el problema es que no hay interés de buscar, esa es la realidad”, denunció.
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Agregó que a pesar de que se cuente con una División de Trata de Personas o una División de Personas Desaparecidas con la simple creación en el organigrama no resuelve nada, ya que tropieza con la falta de interés del Ministerio Público, que es el que debe encabezar la investigación.
“Lo que hoy se evidenció muestra claramente la situación de la institucionalidad: a ella (Analía) no la buscaron ni siquiera en el lugar primario, básico, donde podría haber estado”, lamentó. Añadió que la búsqueda queda sobre las espaldas de las familias así como el lograr que se vuelva en un causa pública de modo que las autoridades se sienta compelidas y presionadas a actuar.
La también socióloga señaló que preocupa que por un lado la autoridades no actúen y que cuando lo haga actúen sin criterios mínimos, por lo que insistió en la necesidad de que se tengan rutas de actuación, protocolos que les obliguen a seguir una búsqueda objetiva y consideró para ello importante tener una perspectiva de género.
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“Si no se le da una mirada de ese tipo, donde se indagan las circunstancias previas, difícilmente se pueda abordar como debe de ser la desaparición”, advirtió.
Apuntó a que la desaparición y hechos de violencia contra la mujer y niños deben ser una política institucional para que tenga resultado. “No importa lo que vos escribas, podés poner en la Constitución también, pero si no se hace una internalización, que es lo que falta, y los personales de actuaciones entiendan que es un tema prioritario para la política institucional y para el Estado no importa lo que diga, es letra muerta”, indicó.
Analía Rodas, de 34 años, estaba desaparecida desde el 27 de noviembre del año pasado. Este lunes, el cadáver de una persona fue encontrado en la vivienda ubicada en San Antonio, Departamento Central, donde la joven vivía con su hermano. Se aguarda la confirmación de los forenses para determinar si se trata o no de la desaparecida, pero todo indica que se trata de ella.
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Posteriormente, el jefe del Departamento de Antisecuestros de la Policía Nacional, Nimio Cardozo, informó que el hermano de la joven desaparecida habría confesado que cometió el crimen tras el hallazgo del cuerpo sin vida en la vivienda. Además, las fiscalas del caso, Laura Ávalos y Gladys González, confirmaron que el hermano de Analía confesó la autoría del crimen, tras caer en varias contradicciones.
Al igual que el caso de Isaura Bogado, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado por casualidad tras un mes de desaparición, la familia había pedido reiteradamente respuestas de parte de las autoridades para encontrar a la joven debido al tiempo que ya llevaba desaparecida. Según la Fiscalía, ya se había constituido en la vivienda de Analía Rodas en enero de este año, pero en aquel momento no se había realizado una inspección de la vivienda.
Esta situación indignó las redes sociales, donde incluso se inició un movimiento de #Nolasbuscan, para denunciar la inacción de las autoridades e impulsar la búsqueda de personas, sobre todo de niños y mujeres desaparecidos.
