El uruguayo Sebastián Marset Cabrera, presunto narcotraficante buscado en Paraguay, se adueñó del puente aéreo y de la exportación de la cocaína de Bolivia a mercados europeos.
Sigilosamente fue tejiendo una red de actividades empresariales para lavar toda la cantidad de dinero que recibía siendo líder de una organización criminal y el Ministerio Público de Paraguay comenzó a investigarlo en noviembre del 2019, en el marco de la operación Arai.
La operación fue compartida con Europol y este 2023 con autoridades bolivianas. El informe consta de 900 páginas que incluyen por lo menos 100 interceptaciones de comunicaciones, informó el portal de noticias El Deber.
Marset controlaba la producción, el tránsito, acopio, exportación y lavado de todo el esquema. Es sindicado como el ideólogo, organizador y supervisor de todas las operaciones ilícitas.
El documento, que fue elaborado por la Unidad de Investigación Sensitiva de Paraguay, reveló que Marset se asoció con el piloto identificado como Gilberto Esteban Sandoval Giménez, quien logró comprar 40 avionetas en favor de la organización y contrataba los vuelos con Bolivia.
Lea más: Hasta animales exóticos: Todo lo que había en la lujosa mansión de Sebastián Marset en Bolivia
Los investigadores sospechan que pudo hacer hasta 1.000 vuelos entre 2019 y 2022. El hombre está prófugo y es considerado uno de “los objetivos claves” de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y de la Policía Europea (Europol).
Marset, quien integró el plantel del Deportivo Capiatá durante la presidencia de Erico Galeano, es señalado como el líder de una organización criminal vinculada con la elaboración de clorhidrato de cocaína, “en el continente sudamericano, principalmente en Bolivia”.
El informe no precisa la zona de la que proviene la cocaína, pero la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) halló más de 40 pistas clandestinas en Santa Cruz, Beni y en Tarija.
Estas serían controladas por uno de los bloques logísticos criminales asociados al supuesto narcotraficante.
En una de las interceptaciones telefónicas, Marset habló desde Dubái con Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico. En el diálogo diseñaron una estrategia para salir libre con ayuda de diplomáticos uruguayos.
Insfrán fue detenido en Río de Janeiro, Brasil, el pasado el 9 de febrero y se acogió al proceso de extradición abreviada, declarando que quería volver a Paraguay cuanto antes, por lo que se acortó el plazo para ser traído al país.
El uruguayo fue ubicado en una lujosa vivienda, ubicada en el Quinto Anillo, de la avenida Alemania, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, pero logró escaparse de las autoridades junto a su esposa y sus tres hijos.