El bono campesino, que se contempla en el plan de reactivación económica del Gobierno, consistirá esencialmente en la entrega de insumos para que los productores puedan volver a plantar, tanto para el autoconsumo como para la comercialización.
Una menor parte –todavía sin definir– será transferida a las organizaciones campesinas de acuerdo con los proyectos que presenten, explicó el ministro sustituto de Agricultura, Nicasio Romero. Para la parte que concierne específicamente a la transferencia de dinero a las organizaciones, se prevén USD 2 millones del total, señaló.
La prioridad para la asistencia serán los agricultores de Ñeembucú y el Bajo Chaco, quienes son los más afectados por las inundaciones. “Hay productores que han perdido la totalidad de sus cultivos. Ni bien haya condiciones, vamos a empezar a reponerles. La asistencia empezaría la próxima semana”, explicó Romero, tras informar que en los últimos días recorrieron la zona para determinar las acciones a encarar. Para este punto, se contemplan unos USD 29,35 millones, de acuerdo con los datos del Ministerio de Hacienda (ver infografía). Romero explicó que este dinero no forma parte del Presupuesto de la cartera, sino que fueron obtenidos de bonos.