El servicio de Medicina Nuclear del Departamento de Ingeniería Biomédica e Imágenes del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (IICS) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) cuenta con el primer tomógrafo por emisión de positrones (PET), del sector público, que se usa para diagnosticar el cáncer.
La tecnología de vanguardia de la medicina molecular estará disponible para la población en general y será gratuito. El centro está ubicado en el predio del Campus de la UNA en San Lorenzo. Para el 26 de octubre se anuncia la inauguración, pero para el funcionamiento oficial aguardan la aprobación de la Autoridad Reguladora Radiológica y Nuclear (ARRN) del país. Una vez que se tenga el visto bueno se iniciará el agendamiento de los pacientes.
“Un PET scan no va a solucionar el problema, pero sí va a cortar la brecha de demanda insatisfecha. El servicio pretendemos que sea gratuito en la medida que recibamos los reactivos, los radiofármacos; si recibimos eso del Estado, estamos en condiciones de ofrecer un servicio totalmente gratuito”, explicó el ingeniero Pedro Galván, jefe del Departamento de Ingeniería Biomédica e Imágenes. El costo de la mano de obra está subvencionado por la UNA.
En el 2012, el sector privado fue el primero en contar con el equipo. Actualmente, solo dos centros privados disponen del servicio, que tiene un costo promedio de USD 2.000. Antes, los pacientes viajaban al exterior para acceder al estudio.
Para el diagnóstico con el PET se utiliza un radiofármaco que se llama FDG (fludesoxiglucosa), cuya materia prima ya se produce en el país, pero cuyo costo no es accesible. Anteriormente, se exportaba de Argentina.
“La sustancia que se le inyecta al paciente, con sospecha o diagnóstico previo, se adhiere a las células cancerígenas. Lo que hace el PET es detectar esa radioactividad en el tejido o célula cancerígena. Es como un GPS para ubicar exactamente dónde está el tumor”, señaló.
El Departamento de Ingeniería Biomédica postuló en el 2016 el proyecto “Provisión de diagnóstico temprano y eficaz del cáncer para pacientes del sector público con tecnología PET “, que fue adjudicado por la Cooperación Técnica del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). El blindaje de la sala fue financiado por la Entidad Binacional Yacyretá.