El crimen y la violencia tuvieron un costo en Paraguay en el 2010 que significó el 8,70 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país, lo que equivale a 1.742 millones de dólares, según un reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) titulado Seguridad ciudadana con rostro humano: diagnóstico y propuestas para América Latina.
El costo que según la organización internacional tuvo la inseguridad en el 2010 en Paraguay es incluso mayor al monto que alcanzó la exportación de soja ese año, que fue de USD 1.590 millones.
Para establecer esta cifra se tomaron estimaciones del impacto de la inseguridad en el gasto público, en el gasto privado y en las pérdidas sufridas por las víctimas de crímenes.
Asimismo, el informe diferenció tres tipos de costos “contables” de la criminalidad: los costos anticipados que son aquellos gastos del Estado y del sector privado para reducir el riesgo del crimen, los costos que son consecuencia de los delitos como la reparación a víctimas o los daños a la propiedad, y los costos en los que incurre el Estado para perseguir y sancionar a los criminales y el posterior gasto en su reinserción social.
De esta forma, se puede observar (ver segunda infografía) que la inseguridad en Paraguay tiene su mayor costo en las consecuencias del delito, que representa un 6,26% del PIB del país. Esta situación también se da en otros tres países seleccionados para el estudio (Chile, Costa Rica y Honduras), pero no en Uruguay, donde el mayor costo es el de anticipación del delito.
Entre los países que abarca el estudio, el que tiene un mayor costo por la inseguridad es Honduras, donde la cifra alcanza 10,54 del PIB en el 2010, equivalente a USD 1.669 millones. El costo en Chile es de 3.32% (USD 7.215 millones), en Uruguay de 3% (USD 1.165 millones) y en Costa Rica llega a 2.52% (USD 915 millones).
COSTO DE HOMICIDIOS. Paralelamente, el estudio también incluye otros tipos de costos que son más difíciles de ser cuantificados y que buscan determinar el impacto del “exceso de homicidios en países latinoamericanos” en la expectativa de vida y en el PIB.
El exceso de muertes por homicidio corresponde a la diferencia entre los homicidios reportados por cada país y los homicidios calculados con la “tasa natural de homicidios” -elaborada a partir de los homicidios en todos los países del mundo excepto América Latina- en el año de estudio.
“El ejercicio consiste en calcular la expectativa de vida al nacer, esto es, cuántos años vivirá una persona. Para ello, se contrastó el escenario en el que la diferencia entre los homicidios en América Latina y el resto del mundo fueran cero frente al contexto de violencia que vive la región”, explica el informe.
A partir de este enfoque, se estimó para cada país de la región el número total de meses perdidos como consecuencia de la mayor tasa de homicidio en la región en contraste con la del promedio mundial.
Según este cálculo, Paraguay perdió aproximadamente cinco meses en su expectativa de vida a raíz de los homicidios, en tanto que Colombia, El Salvador, Guatemala y Venezuela son los países que tienen las mayores pérdidas en expectativa de vida.
El informe también menciona el impacto negativo que tuvo el “exceso de homicidios” en el PIB per cápita de los países latinoamericanos (ver infografía principal).