Según el semanario, decenas de seguidores fujimoristas, entre ellos dirigentes de organizaciones populares, son recibidos todas las semanas en la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (Diroes), donde se encuentra recluido el ex mandatario.
Fujimori, que gobernó Perú entre 1990 y 2000, al parecer aparece ante sus seguidores “luego de levantarse un telón” y ofrece charlas proselitistas para apoyar la eventual candidatura de Keiko, quien se encuentra en el segundo lugar de las preferencias electorales.
Caretas también informó que las visitas de las dirigentes de las organizaciones populares como el Vaso de Leche y Clubes de Madres, se han intensificado en los últimos días.
El analista político Martín Tanaka manifestó al semanario que el fujimorismo ha perfeccionado su “clientelismo político” a través de las organizaciones populares.
El abogado Carlos Rivera, representante civil en el juicio que se le siguió a Fujimori por violaciones a los derechos humanos, dijo hoy que “la Diroes ya parece el local partidario de Fuerza 2011", el partido de Keiko.
Representantes del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) manifestaron al portal elcomercio.pe que el ex mandatario recibe visitas los martes, jueves y domingo de 9 de la mañana a 5 de la tarde y que los que acuden no deben portar objetos proselitistas.
El legislador Rolando Souza, portavoz de la bancada fujimorista, salió al paso a la denuncia y explicó que el ex presidente está bajo un régimen ordinario de prisión y por eso “tiene derecho a ser visitado tres veces por semana por ocho horas”.
Souza agregó que los visitantes pueden “almorzar con los internos”, tras enfatizar que la denuncia le suena a “privación de lo que un interno puede hablar”.
Fujimori, extraditado desde Chile en 2007, fue sentenciado por un tribunal peruano a 25 años de prisión por la matanza de un total de 25 personas en los Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), así como por dos secuestros tras el “autogolpe” de Estado de 1992.
También ha sido sentenciado por diversos delitos de corrupción, pero a penas menores, que no son acumulativas en Perú. EFE