Los seis viajeros, entre los que había tres argentinos, un brasileño, una francesa y un chileno, entraron ilegalmente a la ciudadela durante la noche del sábado y fueron arrestados por guardaparques y policías en la madrugada del domingo.
Todos fueron derivados a la comisaría del distrito de Machu Picchu y fueron identificados por los efectivos policiales.
Al momento de ser detenidos, estaban en la zona del mirador del Templo del Sol, donde las autoridades los acusaron de haber provocado la caída de una piedra de uno de los muros prehispánicos y de hacer sus necesidades biológicas en el lugar.
Al respecto, la Policía Nacional informó este martes que las investigaciones permitieron determinar que el argentino Nahuel Gómez, de 28 años, deberá permanecer en el distrito de Machu Picchu mientras es investigado por el Juzgado de Paz Letrado e Investigación Preparatoria local.
“El ciudadano argentino ya ha aceptado ser el autor directo del atentado, por eso permanece detenido en Machu Picchu, las autoridades del Ministerio Público y Poder Judicial ya verán la pena que le imponen”, declaró al diario Correo el jefe policial del Cusco, Víctor Patiño.
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Mientras que Gómez será investigado por la presunta comisión del delito de destrucción de los bienes del patrimonio prehispánico peruano, las autoridades también impusieron multas e iniciaron los trámites para la expulsión del país de los otros detenidos, un proceso que puede concretarse este miércoles.
Daños en el Macchu Picchu
La Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco denunció este lunes a los seis turistas ante la Policía y la Fiscalía del distrito de Machu Picchu por el ingreso ilegal y presunto atentado contra el patrimonio cultural prehispánico peruano.
El organismo estatal precisó que en la zona del Templo del Sol se produjo “la fractura del elemento lítico que se desprendió de un muro, cayendo de una altura de 6 metros aproximadamente, provocando una hendidura en el piso, asimismo, se encontró materia fecal”.
En ese sentido, el jefe del Parque Arqueológico Nacional de Machu Picchu, José Bastante, demandó que se agilicen las investigaciones para determinar las responsabilidades y que se apliquen las sanciones que indica la ley.
En Perú se aplican duras sanciones para los que atenten contra el patrimonio cultural e histórico del país que, en el caso de los bienes prehispánicos, comprenden penas de 3 a 8 años de prisión.
Por ese motivo, la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco pidió a los visitantes que respeten y protejan el patrimonio nacional y advirtió que, de producirse un hecho de este tipo, serán sometidos a las acciones administrativas y legales del país.
Machu Picchu es el principal destino turístico de Perú y cada día es visitado por miles de viajeros, que en su mayoría acceden al lugar por tren desde la ciudad del Cusco, situada a 1.165 kilómetros al sureste de Lima.