15 ene. 2025

Semana de la Lactancia Beneficios, apoyo y retos en la etapa crucial de amamantamiento

La lactancia materna es considerada una de las formas más saludables de alimentar a un bebé, debido a los numerosos beneficios que ofrece para el niño y la madre.

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Marian Quiroga Amarilla

La lactancia materna, según recuerdan Unicef y la OMS, es “especialmente importante” porque proporciona los anticuerpos necesarios que protegen a los bebés contra enfermedades infantiles y reduce el riesgo de ciertos tipos de cáncer y enfermedades no transmisibles en las madres. Además, en situaciones de emergencia, la lactancia representa una fuente de alimentos “segura, nutritiva y accesible” para lactantes y niños pequeños.

Debido a su importancia, Unicef y la OMS instan a los gobiernos a implementar medidas concretas, como la asignación de presupuestos nacionales específicos que protejan y apoyen la lactancia, así como la creación de permisos de maternidad remunerados y pausas para la lactancia en los entornos laborales. Sara Leguizamón, asesora de lactancia, destaca las implicaciones de la lactancia materna tanto para la salud de la madre como del bebé, subrayando su importancia para ambos.

Semana de la Lactancia. La Semana Mundial de la Lactancia Materna se celebra cada año del 1 al 7 de agosto. Es una iniciativa global coordinada por la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA) y promovida por la OMS y Unicef para sensibilizar sobre el valor de la lactancia y apoyar a las madres en su esfuerzo por amamantar.

El lema de este año es “Disminuyamos la brecha, apoyemos la lactancia entre todos”. Tiene como objetivo principal realizar diversas campañas para educar a la comunidad, fomentar políticas de apoyo, y destacar la relevancia de un entorno que facilite el proceso para todas las madres sin importar sus circunstancias, además de eliminar las brechas que profundizan las desigualdades.

Es esencial comprender las maneras mediante las cuales se pueden superar los obstáculos que dificultan el amamantamiento. Desde incomodidades físicas hasta preocupaciones a futuro, los expertos explican cómo se puede navegar esta etapa crucial.

Según la especialista, la lactancia materna “está perfectamente diseñada para cubrir todas las necesidades del bebé y para aportar todos los anticuerpos que necesita”.

Tiempo, frecuencia y alimentación de la madre. En cuanto al tiempo en que una mujer debe amamantar, la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé. Posteriormente, se debe continuar con la lactancia materna acompañada de alimentación complementaria hasta los dos años o más. Durante este periodo, la leche materna sigue siendo el principal alimento del bebé, proporcionando nutrientes esenciales y beneficios inmunológicos que favorecen su desarrollo y salud.

Leguizamón menciona que las tomas son a libre demanda “cuantas veces quieras y lo que quiera el bebé”. En el tiempo de lactancia es importante que la madre se alimente de forma saludable. “No saltar comidas e hidratarse los suficiente. En cuanto a la alimentación, no hay restricciones”, refirió.

Dolor en la lactancia. Durante la lactancia, algunas mujeres tienen los pezones sensibles y muchas experimentan dolor. “El dolor en la lactancia no tiene nada de normal. Normalizarlo sería quedar en evidencia sobre la desinformación total que lastimosamente aún sufrimos”, refiere la especialista.

La experta sugiere que en caso de que esto suceda, la madre busque ayuda con especialistas para recibir ayuda actualizada y precisa.

Primero se debe identificar la causa, que podría ser que el bebé no prenda bien al pecho. La posición ideal es con el cuerpo del niño frente al de la mamá, y con su hombro, su oreja y su panza en contacto con la piel materna. Al amamantar, el bebé debe tener el pezón y la mayor parte de la areola dentro de su boca, los labios hacia afuera y el mentón de manera tal que toque el pecho.

Si una mamá enfrenta problemas de salud, puede seguir amamantando. “Recordemos que la leche materna generará todos los anticuerpos que el bebé necesita si así lo requiere”. Esto resalta la capacidad de la leche materna para adaptarse y proporcionar los elementos necesarios para proteger y fortalecer el sistema inmunológico del bebé, incluso cuando la madre está enferma.

En el caso de que requiera consumir medicamentos, en la mayoría de los casos, los medicamentos son compatibles con la lactancia. “Y si hay una duda siempre debemos buscar en e-lactancia.org, que es el sitio donde vemos todo lo más actualizado en lactancia y medicación”, recomienda.

Durante la lactancia también se puede dar una infección de los conductos, denominada mastitis. “Normalmente se da por obstrucción cuando hay un mal agarre o un mal drenaje del pecho”.

Es importante la intervención a tiempo para que eso no ocurra. “Cuando la infección ya está presente, se tratan con antibióticos y buen drenaje del pecho. La lactancia no se suspende”.

Estos desafíos no son solamente responsabilidad de la madre, sino de toda la comunidad para que se logre un apoyo colectivo a quienes desean mantener la lactancia materna. Es necesaria la compañía de la familia y de los seres queridos, tanto en el ámbito emocional como en la crianza del niño, para que el amamantamiento se pueda realizar de manera correcta y prolongada.

Para culminar, la asesora de lactancia recomienda que las madres que se encuentran amamantando busquen grupos de apoyo. “Para que se sientan acompañadas y así no transitar solas esta etapa muy desafiante, que es la lactancia y maternidad”, concluyó Sara Leguizamón.

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Experta. Sara Leguizamón, asesora de lactancia.

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