“Academia de Dibujo y Pintura RomeArt” se lee sobre el colorido mural. El responsable de esta iniciativa es Roger Romero, poblador bañadense desde hace 20 años.
Roger, trabajador social, artista y activista social, hace tres años que se dedica a enseñar dibujo y pintura a niños y adolescentes del Bañado.
La academia nació luego de que Roger volviera a retomar su veta artística, que abandonó durante varios años.
“En principio, tuvimos 17 alumnos, fue todo un éxito. Vinieron grandes amigos, entre ellos, el padre Oliva. Su presencia nos dio un empujón. Me decía que tenía que dar a conocer esto”, recuerda.
Nada. Pintura, pincel, una superficie donde pintar. Estos son los tres elementos necesarios para empezar la obra que irá tomando forma.
Sin embargo, cuando empezaron con las primeras clases no contaban con estos elementos, recuerda el instructor de la academia.
Se valieron de lo que podían encontrar en la basura y con algunos lápices, empezaron a echar a volar la inspiración.
Actualmente, hay ocho padrinos que dan un pequeño aporte económico para costear los materiales. Las clases para los alumnos no tienen costo, aclara Romero.
La academia volverá a abrir sus puertas el 9 de marzo. Como cada año se dividirá en dos módulos. El primero culminará en las vacaciones de invierno y el segundo a fin de año, donde entregarán un certificado a los participantes.
Para los estudiantes que van a la academia, el espacio les brinda la posibilidad de abstraerse un rato de la realidad que les rodea y no suele ser el más favorable, cuenta Roger.
“Lo que nosotros hacemos es algo divertido, participativo, que aprendan a dibujar, pintar y lleven a su casa esa alegría”.
Algunos incluso llegan a vender sus obras. Ese fue el caso de una niña que vendió una teja que había pintado.
Con el dinero que ganó, pudo comprar una remera que necesitaba llevar a la escuela, relató.
Pero este año no solamente habrá pinceles y colores. Con la colaboración de varias personas, Roger viene dándole forma a otro sueño que va tomando forma.
Palabras. La biblioteca comunitaria será un complemento de la academia de arte y surge como una necesidad, explica su mentor.
“Es un espacio de enseñanza y aprendizaje, donde el niño que venga aquí tendrá otra visión del mundo. No solamente la visión de la escuela, sino donde pueda expresarse y pueda salir con una conciencia un poco más amplia”.
El libro es el eje central para la lectura que nunca pasa de moda, que perdura durante años. “Instalar la lectura con el libro es el gran desafío”, dice.
La biblioteca se va construyendo con donaciones de libros. También están haciendo falta muebles para colocarlos, materiales, etc. Toda donación es bienvenida.
Libros de escuela, colegio, de cuentos, páginas escolares, libros usados de todo tipo son bienvenidos. “En el corazón mismo del Bañado, vamos a abrir esta biblioteca. Esta es una opción de vida. No es que a mí se me ocurrió y quiero salir en la foto. Aquí hay un compromiso social, a partir de él nos jugamos por la gente y es lo que se verá día a día ahí”, dice con convencimiento.
Hay gente que le ha dado a la biblioteca en gestación colecciones de enciclopedias que ni se han usado. Otras donaron el libro más importante de sus vidas. “Eso me conmueve el corazón y agradezco a los que donaron”.
El espacio que está en formación no se realiza de manera individual. Lo construye la comunidad, agrega con sostenido convencimiento.
Roger invita a la gente a sumarse a esta iniciativa invirtiendo su tiempo. “Les invito a los voluntarios que puedan donar su tiempo, por lo menos un fin de semana en la biblioteca”.
El número de teléfono para donar o sumarse como voluntario es el (0982) 718-856. También pueden sumarse a esta iniciativa en el Instagram @romeart17.
Realidad. El olor a metano que llega desde el cerro de basura compactada, los mosquitos, las moscas, la marginalidad, estigmatización. La lluvia que inunda todo, el río que cada cierto tiempo reclama su lugar desplazando a familias. Esta es la realidad de los habitantes del Bañado.
Se suman las situaciones de violencia, abusos, consumo de drogas, familias quebradas y la exclusión que conocen en carne propia muchos de los niños y jóvenes.
“En esta realidad, nosotros empezamos a construir, en esta realidad queremos sembrar una semillita de amor, inquietud y voluntad para poder salir adelante. Que estos niños el día de mañana tengan una oportunidad tanto desde el arte, desde la formación, desde una conciencia diferente con el que puedan mirar más allá”.