Un total de 12 funcionarios en la Cámara de Senadores, con más de 20 años de antigüedad, se acogieron al retiro incentivado, sostuvo el presidente del Congreso Nacional, Silvio Beto Ovelar.
El beneficio tiene un costo de G. 4.700 millones a la institución parlamentaria. Para Ovelar esto significará un ahorro a futuro para el Congreso.
Siguió indicando que “es un procedimiento que nosotros creímos conveniente en esta etapa de reingeniería interna del Senado de la Nación” a fin de optimizar los recursos y evitar superposiciones de cargos “que fueron productos de la herencia de otras administraciones”.
Ovelar sostuvo que “están en una nueva etapa” donde piensan rediseñar los cuadros directivos del Senado, para ir suprimiendo varios cargos y “dar la posibilidad a que la gente más calificada vaya accediendo” a un puesto.
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En otro momento, refirió que personas talentosas y que dieron todo de sí, son quienes se acogen al retiro incentivado.
“Esta fue una iniciativa mía. Yo socialicé con mis colegas senadores la semana pasada y me dieron la autorización para llevar adelante”, prosiguió y sostuvo que sería excelente que otros sean alcanzados con este beneficio, pero que eso dependerá del próximo presidente del Congreso, Basilio Bachi Núñez.
Por otro lado, le consultaron sobre las garantías de que realmente no se vuelvan a crear nuevos cargos tras su salida y respondió que “eso ya es una decisión individual y es una potestad de quien ejerce la institución”.