El senador Dionisio Amarilla, investigado por la Fiscalía por presunto enriquecimiento ilícito, atacó la labor de un periodista al ser consultado acerca de si mantendría aún intactas sus influencias dentro de la Contraloría General de la República, donde trabaja su esposa en la dirección que maneja información sobre datos sensibles.
Es de público conocimiento que la esposa de Amarilla, Analy Valiente es directora de Declaraciones Juradas en la Contraloría y hay sobradas sospechas que desde allí se estaría atajando la información que requiere la Fiscalía para seguir la investigación en contra del legislador liberal.
Este fue el motivo por el cual el periodista Edgardo Romero, de ABC Cardinal, requirió al senador por qué Valiente sigue en el cargo en la Contraloría.
“¿Su señora no va renunciar?”, consultó Romero y Amarilla respondió en tono prepotente “¿Por qué va renunciar, porque vos querés?”.

Romero le insistió al legislador diciéndole que dado que su esposa tiene a su cargo información sensible como las declaraciones juradas de diputados y senadores por lo menos debería pedir permiso mientras se le investiga al marido, cuya información patrimonial es requerida por la Fiscalía de Delitos Económicos.
El legislador liberal desvío el foco de la pregunta y terminó acusando al periodista de recibir dádivas de parte del diputado Édgar Acosta.
“Usted que recibe por debajo de la mesa cupos de combustible de Édgar Acosta”, acusó al trabajador.
Romero rechazó dicha afirmación negando haber recibido cupos de combustible de nadie y le pidió a Amarilla que demuestre con pruebas lo que dice o se retracte.
Romero evalúa accionar porque considera grave la acusación sin pruebas en su contra. “No recibí y no recibo regalos de nadie y usted sabe”, le recordó Romero a Amarilla.
El mismo diputado Édgar Acosta salió al paso de Amarilla diciendo que jamás otorgó dádivas a Romero ni a ningún otro periodista porque “no está en mi naturaleza actuar de esa manera”.
Para el Sindicato de Periodistas del Paraguay, que brindó respaldo al periodista, la denuncia injustificada de Amarilla se une a una serie de ataques a la libertad de prensa y a periodistas a quienes ciertos políticos buscan estigmatizar.