Los llanistas Fernando Silva Facetti y Juan Bartolomé Ramírez sugirieron que solamente se tenga en cuenta la parte no objetada.
El liberal Enrique Buzarquis trajo a colación que no se hacen cuestionamientos cuando se trata del subsidio para los transportistas.
Dijo que el Estado paraguayo comete un gran error cuando insiste en el término de pobreza como un parámetro, que a su criterio es imposible determinar.
“El mensaje que se le dice a la gente es no construyas para tu baño moderno, no mejores porque si mejoras vas a salir del programa”, dijo.
En cuanto al financiamiento que también se reclamó, puso como ejemplo que hay muchas fuentes, como por ejemplo, el impuesto al tabaco, al alcohol, bebidas azucaradas y juegos de azar.
La colorada Mirta Gusinky refirió que en el afán de incluir a más beneficiarios, se corre riesgo de excluir a muchos.
Luego se dio una discusión entre los posibles padres de la criatura, en cuanto al subsidio a adultos mayores.
Hugo Richer, del Frente Guasu, trajo a colación que en el gobierno de Fernando Lugo hubo 70.000 beneficiarios con el programa denominado Tekoporã.
“Los gobiernos no han construido políticas de salud, de cubrir necesidades de la tercera edad. Perversa es la política”, sentenció.
El cartista Enrique Riera solamente intervino para decir que el programa fue anterior a Lugo, y ya se inició con Nicanor Duarte Frutos.
La que puso el dedo en la llaga fue Esperanza Martínez, quien hizo alusión al modelo de política clientelar que aplica el Gobierno de turno.
“Hace más de 60 años que el país está capturado en función de gobierno para entregar políticas sociales como un regalo siendo un derecho”, sostuvo la senadora.
“La gente cree que los políticos le regalan políticas sociales. Hay que buscar un diputado, un senador, un concejal, un presidente de seccional, un caudillo del Frente Guasu para incluirnos todos en el concepto que tiene la población sobre los derechos sociales”, manifestó.
Agregó que se cree que el acceso a los derechos es una cuestión de regalo por ser afiliado, amigo, compadre o cualquier otro vínculo.
Se llevó a votación, y ahora la decisión final estará en manos de los diputados.