A seis meses de haber asumido, los senadores prevén estrenar nuevos equipos informáticos a partir del reinicio del periodo parlamentario, en marzo próximo, por más de G. 1.667 millones.
El proceso de licitación y adjudicación figura en la página web de la Dirección de Contrataciones, no así en el sitio oficial del Senado.
El llamado figura con la categoría de equipos, accesorios y programas computacionales, de oficina, educativos, de imprenta, de comunicación y señalizaciones.
En cuanto al detalle, en el catálogo se menciona computadoras personales (PC) de escritorio de la marca HP, de procedencia México/China.
En total son 100 aparatos que proveerá la firma Emprendimientos del Sur SA, por un valor unitario de G. 15.370.000, que representa un monto de G. 1.537 millones.
Además, otras 3 computadoras personales de escritorio tipo avanzada con valor de G. 14.033.332 cada una, y un total de G. 42.099.996.
A cargo de Segel Logística SA queda la provisión de una impresora para credenciales, marca Evolis, de procedencia francesa, que tiene un precio de G. 26.351.030.
La lista sigue con la adquisición de 20 impresoras multifunción, de la marca Pantum, de procedencia China, con un costo unitario de G. 3.625.000, y que suma un monto de G. 72.500.000.
De acuerdo con los datos que figuran en Contrataciones Públicas, la firma adjudicada para la provisión de estas impresoras fue Data Systems SA Emisora de Capital Abierto.
Sin respuesta
Se intentó una comunicación con la Dirección General de Administración y Finanzas del Senado para tener la versión sobre el destino de los equipos, pero no hubo respuesta.
Esta misma situación se da con el caso de la superpoblación de funcionarios tanto en la Cámara Alta como en Diputados, ya que hasta el momento no dan datos oficiales, ni siquiera a los propios parlamentarios.
Esto al menos fue lo que señaló la senadora encuentrista Kattya González en el momento en que cuestionó la adjudicación y el inicio de las obras para la ampliación del edificio porque ya no hay espacio para los funcionarios.
El propio titular del Congreso, Silvio Ovelar, había anunciado e incluso mencionó un monto de G. 5.000 millones sobre el costo de las obras. En este momento, el Parlamento está colapsado por la cantidad de oficinas, que incluso se instalaron en los pasillos y la mayoría de ellas se dividen con mamparas.
A toda esta situación se agrega el hecho de que algunos senadores y diputados están utilizando sus influencias para colocar a sus parientes, incluyendo a sus hijos, en el Congreso y en varios casos con jugosos salarios.
Todas estas cuestiones vienen siendo objeto de críticas por parte de la oposición. En algunos casos, se dieron renuncias ante la presión, como el hijo de Silvio Ovelar, y el de la diputada Roya Torres.
En cuanto a las obras de ampliación del Congreso, a pesar de los cuestionamientos, ya están en marcha.