Con éxito concluyeron los trabajos de construcción del sendero interpretativo del Refugio Biológico Mbaracayú, ubicado en Canindeyú, y que se encuentra bajo el cuidado y protección de la Itaipú Binacional. Se trata de un tramo de 660 metros construidos en altura; se lo denomina sendero interpretativo porque permite al visitante tener una experiencia única y cercana con la naturaleza.
Forma parte de la primera etapa de un proyecto que apunta a revitalizar la infraestructura del lugar y facilitar una mayor experiencia al público en general que visita el refugio. Todo fue desarrollado manteniendo un fuerte compromiso con el medioambiente, aplicando criterios de diseño sostenible para los proyectos encarados en las reservas naturales de la entidad.
Las nuevas estructuras fueron diseñadas para ofrecer un bajo impacto en la naturaleza y sirven para actividades de educación ambiental y sobre todo para el desarrollo de un turismo sostenible programado para los visitantes.
INMERSIÓN. El sendero fue construido sobre un tramo elevado para ofrecer una experiencia de inmersión dentro del bosque, permitiendo visualizar la vegetación superior, lateral, y la que crece sin interrupción debajo del sendero a lo largo del recorrido.
Además, al elevar el sendero, también se reduce la construcción de superficie de piso sobre terreno natural favoreciendo así la infiltración del agua de lluvia. “Cabe mencionar que para el trazado se respetaron todos los árboles preexistentes”, aseguró el arquitecto Marcelo Jiménez, de la División de Planeamiento de Infraestructura de Itaipú.
El profesional, que formó parte del equipo de trabajo que encaró las obras, refirió que la ubicación de la infraestructura se definió de acuerdo con las necesidades establecidas para cada zona dentro del Plan de Manejo de las Reservas Naturales de Itaipú, cuya primera etapa del programa es el “sendero interpretativo”.
Dijo que, con el fin de evitar alteraciones innecesarias del entorno natural, siempre que sea posible, se deben reutilizar edificaciones preexistentes. En el caso del Centro Interpretativo, comentó que se reformó el viejo búnker, que es una construcción de forma circular que en otros tiempos poseía un árbol en su interior. Un árbol fue nuevamente plantado en el interior, en el espacio central, como símbolo del bosque restaurado y que todo gira en torno a la naturaleza.
LÁMPARA LED. Refirió que grandes superficies vidriadas optimizan la iluminación natural en los espacios interiores y, a la vez, favorecen la continuidad visual con el paisaje natural exterior. Es de suma importancia resaltar que dichas superficies vidriadas están protegidas por parasoles alrededor de la fachada, evitando así la transferencia de calor al interior del edificio.
Añadió que todo lo anterior resulta en un mayor ahorro energético, a lo que se suma la iluminación con lámparas LED de bajo consumo. En lo que se refiere a la eficiencia del consumo de agua fueron utilizadas griferías de consumo eficiente. En el exterior, solo fue plantada vegetación autóctona y cubresuelos en lugar de césped, por su fácil adaptación al medio y su bajo consumo de agua en regadío.
Es un refugio binacional creado en 1984 como parte del Sistema de Unidades de Conservación de la Itaipú Binacional. El área protege especies vegetales en peligro.