07 ene. 2025

Sentencia revela modus operandi de sacerdote para seducir a su víctima

La declaración del menor en el juicio que condenó al padre Félix Miranda a donar 5 millones de guaraníes evidencia una red de manipulación en que cayó el niño hasta sufrir el abuso sexual.

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El sacerdote Félix Miranda manipulaba a su víctima para luego abusar de ella.

Facebook/Félix Miranda Gamarra.

El día de su cumpleaños, al niño que fue sometido a abuso sexual por el sacerdote Félix Miranda Gamarra, este le tomó una foto estando desnudo en el baño, de acuerdo al testimonio de la víctima.

El agasajo fue en la casa parroquial. Vinieron los amigos del chico y no faltaron las gaseosas y una torta. En medio de la algarabía, los invitados le llenaron la ropa con harina y huevos y como quedó todo sucio, dijo que se bañaría. El pa’i Félix, que por ese entonces ya se había ganado toda su confianza, le dijo que podía bañarse en la casa parroquial, mientras él iba a su casa a buscarle ropa limpia.

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Cuando regresó con las prendas de cambio empujó la puerta y entró; el niño se cubrió con una toalla, pero el pa’i la estiró y le fotografió las partes íntimas, según se puede leer en la declaración realizada por el menor ante los jueces.

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Este es uno de los tantos elementos que confirman que el niño cayó en una red de manipulación desde que conoció al sacerdote, que primeramente se ganó su confianza.

Los jueces que sentenciaron al sacerdote señalaron que este se aprovechó de su condición de ser párroco de la iglesia de la comunidad, como también de la confianza y del afecto paterno que le tenía el menor para procurarse el momento de soledad con su víctima.

Siempre de acuerdo al testimonio, se detalla que el sueño del muchacho de 13 años era tener una buena guitarra para ejecutar, ya que quería realizarse como músico. Uno de esos días, el cura lo lleva a la habitación y le muestra una flamante guitarra electroacústica, que era para él.

También le dio 400 mil guaraníes para comprarse un teléfono celular y –según declaró su madre– le llegaron otros regalos, como camisetas, zapatos y otras vestimentas. La madre también declaró que su hijo tenía las llaves de la casa parroquial y podía ingresar al lugar cuando él lo disponía e incluso tenía permiso para sacar lo que quiera.

manipulación. Sin embargo, para la defensa del padre Félix, este proceso es producto de una manipulación y confabulación entre personas que supuestamente tuvieron inconvenientes con el sacerdote en el pasado y que este hecho forma parte de una campaña para desprestigiar al religioso.

Los abogados de Miranda también pusieron en duda la versión de la víctima, quien, según ellos, en un momento descalificó a su propia madre y que actualmente busca manchar la honra del padre Félix Miranda.