23 nov. 2024

“Sentí que la historia de la niña Felicita debía ser contada”

Apasionada. A Liz Haedo le apasiona su trabajo de guionista, al punto que dejó todo en nuestro país y fue a la Argentina  a estudiar  esta materia en una universidad.

Apasionada. A Liz Haedo le apasiona su trabajo de guionista, al punto que dejó todo en nuestro país y fue a la Argentina a estudiar esta materia en una universidad.

Foto: Gentileza

Liz Haedo (32) es la guionista del cortometraje Con olor a mandarina, recientemente estrenado, y que está basado en hechos reales. La audiovisulista comenta a ÚH cómo fue el proceso de creación del filme sobre un tema tan delicado y complejo como es el abuso de una menor.

Hace 2 años, conoció a Sandra Da Silva, productora y co-guionista del material que trata sobre el caso de Felicita, la niña vendedora de mandarinas, quien fuera víctima de violación y homicidio en el 2004.

“Nos reunimos y Sandra me manifestó la necesidad de guionar la historia. Desde el primer momento lo sentí como un gran desafío y confieso que sentí un poco de miedo, aunque en todo momento tuve la libertad de escribir como yo quería. En ese aspecto congeniamos muy bien con Sandra”, comenta.

Liz está viviendo en Argentina hace 7 años, fue para estudiar licenciatura en artes audiovisuales, puntualmente guión. En ese periodo vino a Paraguay y creó el guión de Con olor a mandarina.

“La historia en sí me tocó mucho, primero porque soy mujer y siento que eso en Paraguay es problemático, por el tema de la vulnerabilidad a la que estamos expuestas”, confiesa.

VALORACIÓN. Cuando la productora le habló del caso Felicita, le pareció que era una historia que ya había escuchado en las noticias, pero Sandra se encargó luego de contarle detalladamente el caso de Felicita.

“Allí empezamos a comentar lo recurrente que suele ser este tipo de noticias, las vivencias personales y de amigas, y lo desprotegidas que estamos. Desde ese momento sentí que la historia de la niña Felicita debía ser contada”, dice la guionista.

Liz cuenta que lo primero que hizo antes de empezar a escribir fue investigar quien fue la víctima y lo que sucedió. “Recuerdo que mucha información no encontré, pero sí muchos casos similares. Desde entonces traté de no caer en lo morboso y lograr ser contundente para darle un enfoque capacitador a modo que no siga ocurriendo. Denunciar y habilitar un espacio de debate sobre la problemática”, relata.

En cuanto al tiempo que le llevó escribir el guion tuvo un cronograma de un mes, en los que llegó a presentar dos a tres sinopsis. Una vez que Sandra lo verificó, comenzó el trabajo de guionado y corrección.

La realización del corto no se dio inmediatamente por el tema financiero, pero tuvo sus tiempos y ya se estrenó semanas atrás.

TRAYECTORIA. Además de Con olor a mandarina, Liz también se encargó del guion del filme Chákope, y tiene escrito su primer largometraje de ficción, que parte del corto Lopecito. El mismo contó con la colaboración de los guionistas Néstor Amarilla Ojeda y Hans Garrino.

Igualmente, coguionó Mujeres entre fronteras, una serie de documentales sobre mujeres paraguayas y argentinas que viven en zonas fronterizas.

Liz Haedo, responsable del guion del cortometraje Con olor a mandarina, sobre la niña Felicita, comenta los desafíos que enfrentó al producir un filme basado en hechos reales.

La historia en sí me tocó mucho, primero porque soy mujer y siento que en Paraguay es problemático, por el tema de la vulnerabilidad.

Liz Haedo, guionista del filme Con olor a mandarina

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