¿Cuál es mi respuesta inmunológica? ¿Realmente recibí el anti-Covid-19? Son algunas de las interrogantes que llevan a realizarse estudios para identificar anticuerpos como respuesta a la inmunización con las distintas plataformas de las vacunas contra el Covid-19.
Sobre el tema, la Dra. Graciela Russomando explica que los estudios mal guiados pueden causar confusión. En el mercado, en los laboratorios privados se encuentra la posibilidad de realizarse el estudio Spike o de anticuerpos S (espiga). Según puntualiza Russomando, este responde a cierto tipo de vacunas y no a todas las que se encuentran en el país, por lo que se debe de entender sobre sus implicancias antes de realizarse el estudio y también poder comprender los resultados, donde un negativo no significa que no se generó una respuesta inmune.
“Los anticuerpos S miden la cantidad de anticuerpos de la proteína S en el cuerpo”, explica Russomando. La proteína S es una de las cuatro proteínas estructurales del virus y su presencia se puede medir con mayor precisión según el tipo de vacuna.
“Los que recibieron la vacuna deben estar tranquilos. No es la proteína S la que tienen que estudiar. Deben de pedir la N, porque la gente que se vacunó con Sinovac, Coronavac, Sinopharm tiene la plataforma de virus entero. Y el virus cuando está entero tiene cuatro proteínas estructurales: la proteína S (spike protein), la proteína E (envelope), la proteína M (membrane) y la proteína N (nucleocapsid). El sistema inmunológico reconoce las cuatro y genera mucha inmunidad, pero como la N de la nucleocapsid es más antigénica, generalmente, bloquea a las otras proteínas, pero eso no quiere decir que no se tenga”, desglosa.
Enfatiza que la proteína N del SARS-CoV-2 es altamente inmunogénica y más específica. En tanto, el estudio de anticuerpos S podría estar dirigido a las personas que cuentan con vacunas de vector viral como la AstraZeneca y Sputnik V.
INMUNIDAD COMO UN ICEBERG
La Dra. Russomando defiende que desde organizaciones internacionales aclaran que no es fundamental la medición “porque realmente la inmunidad se debe considerar como un iceberg del que solo podemos ver una pequeña punta, no vemos toda la base”, compara. La profesional comparte que niveles de sensibilidad entre personas con primeras dosis pueden diferir ampliamente, y esos valores se pueden deber a muchos factores, entre ellos, el principal es haber cursado la infección por coronavirus, por lo que el estudio de respuesta inmunológica se aborda en convivencia de muchos factores. “Si a una persona un estudio con la AstraZeneca le arroja un valor de 20 y a la otra 250, la segunda tuvo una preinfección por Covid-19, a la que a lo mejor ni se dio cuenta”, comenta.
Además, asevera que ambas respuestas demuestran presencia de protección ante el Covid-19. Los estudios también tienen que tener en cuenta el tiempo de espera tras ambas dosis, que difiere de semana a semana.