La intervención en la que participaron médicos húngaros y locales comenzó el jueves y ahora, tras 33 horas de cirugía, las niñas se encuentran bajo observación, manifestó a Efe el subdirector del Departamento de Comunicación del Ejército, Muhammad Nur Islam.
“Los médicos nos dijeron que las dos evolucionan bien y se encuentran estables”, declaró a Efe el padre de las niñas Rabeya y Rukiya, Rafiqul Islam.
El padre agradeció la ayuda recibida, tanto en Bangladesh como en el extranjero, en especial la organización humanitaria húngara Acción por los Desfavorecidos (ADPF), que hizo posible el aparente éxito de la cirugía.
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En Hungría prepararon durante siete meses a las niñas para la operación y el pasado 22 de julio las menores regresaron a Bangladesh.
“Hoy nos sentimos algo aliviados”, reconoció Islam, que sabe que el proceso de recuperación será largo.
Sus hijas nacieron el 16 de julio de 2016 en el distrito de Pabna, en el norte del país.
El padre había narrado a Efe en 2017 que los médicos nunca les dijeron que tendrían gemelas, y que solo les informaron de que la niña tenía una cabeza con un tamaño más grande de lo habitual.
“Fue triste cuando vimos que las dos niñas habían nacido con una cabeza”, explicó entonces, al asegurar, no obstante, que no tenían problemas para alimentarlas y que las pequeñas actúan con normalidad, salvo que cuando una duerme la otra está despierta y si una ríe la otra llora.
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Ese mismo año, un equipo médico del hospital universitario Bangabandhu Sheikh Mujib de Dacca empezó a evaluar la posibilidad de operar a las siamesas, una cirugía de altísima complejidad para la que habían solicitado ayuda foránea.
Este no es el primer caso de siameses nacidos en Bangladesh.
En 2017, separaron con éxito a dos siamesas bangladesíes unidas por el recto y la columna vertebral y, un año después, las menores fueron dadas de alta.
En noviembre de 2015, dos niñas con dos cabezas y un único cuerpo en Bangladesh fallecieron a los pocos días de nacer, ante la imposibilidad de operarlas.
En 2009, dos niñas bangladesíes de 3 años que habían nacido unidas por la cabeza fueron exitosamente separadas en un hospital de Australia.