Doña María relató que su propia hija mandó a derrumbar la casa donde ella vivía hace ya varios años en Capiatá, Departamento Central. La mujer tiene 76 años y se encuentra en sillas de ruedas.
La hija de la misma se encuentra en Italia y desde allí aparentemente gestionó todos los trámites para desalojarla y derribar la vivienda. Lugareños se manifiestan y repudian el hecho.
La afectada vivía con uno de sus hijos y se ganaba el sustento diario mediante la venta de empandas. La mujer no tuvo tiempo quitar sus pertenecías, quedó en la calle sin nada y muy sorpendida por el accionar de su hija.
El defensor del Pueblo, Miguel Godoy, se hizo presente en el lugar para interiorzarse al respecto.