Debido a la sequía y al calor de las últimas semanas, se perdió el 50% de la producción, comentó Eligio Quintana, horticultor de la Asociación de Productores de San Pedro II, Caaguazú.
Los principales rubros cultivados en la zona son el tomate y el locote, que se utilizan tanto para consumo propio como para la venta, continuó diciendo.
“Solemos llegar al 90% de producción, pero este año no hay solución. Pese a que tenemos sistema de riego, la sequía nos afecta tanto como los fuertes rayos del sol”, lamentó.
Explicó, según se publica en el boletín de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), que para que las plantas resistan las malas condiciones climáticas y para protegerlas de las fuertes temperaturas, los productores utilizan medias sombras e invernaderos, incluso, algunos de estos cuentan con climatización para mantener sanos los cultivos en esta estación del año.
Sin embargo, fue tanta la intensidad del calor que no hubo rendimiento positivo para la producción de esta temporada.
Esta situación preocupa a los agricultores ya que, para muchos socios de la organización, la comercialización de verduras es la principal fuente de ingresos económicos, además de ser vital para el autoconsumo.
No obstante, las perspectivas de que se mantendrán las precipitaciones de los últimos días están devolviendo la esperanza al campo.