La forma de hacerlo es mejorando su resiliencia, a través de un plan que tenga en cuenta la interdependencia que existe entre los servicios urbanos y su respuesta a los fenómenos extremos, que permita prevenir o minimizar los daños.
“Se trata de que, después de un impacto, se vuelva lo más rápidamente posible al estado de funcionamiento normal”, explica a Efe el coordinador del proyecto, el español Marc Velasco, que ha participado esta semana en la conferencia europea de Adaptación al Cambio Climático (ECCA) que se celebra en Lisboa.
Resccue se está desarrollando simultáneamente en tres ciudades europeas elegidas como caso de estudio -Barcelona (España), Bristol (Reino Unido) y Lisboa (Portugal)-, donde se han definido los diferentes problemas derivados del cambio climático que pueden afectar a cada urbe.
Una vez identificadas las amenazas, se analizan los sistemas urbanos de la ciudad -canalizaciones, electricidad, telecomunicaciones, etc.-, se evalúan los posibles impactos y daños y se establecen estrategias para combatirlos.
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La idea es que el proyecto -que se desarrolla en las tres ciudades desde mayo de 2016 y finalizará en abril de 2020- proporcione a su conclusión una serie de herramientas y metodologías de resiliencia urbana que se puedan poner en práctica en otras ciudades.
La diferencia con otras iniciativas de resiliencia urbana es que, en vez de enfocarse en un sólo sector, Resccue estudia el fenómeno de forma integral, analizando sistemas urbanos tan diversos como el agua, el alcantarillado, la electricidad, los residuos o las telecomunicaciones.
De esta forma, es posible comprobar “cómo un efecto sobre una red puede afectar a otras y producir fenómenos en cascada que hacen que un problema menor en uno de estos sistemas pueda tener consecuencias mucho mayores”, señaló el coordinador.
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A pesar de ser multisectorial, el proyecto toma como punto de partida el agua, ya que los impactos del cambio climático en muchos sitios están relacionados con ese sector.
“Sobre todo se habla de inundaciones, falta de agua con las sequías o problemas de calidad del agua por diferentes causas. Se decidió que el hilo conductor fuese el sector del agua por eso”, dijo Velasco.
Este protagonismo del agua hace que parte de los 18 socios que integran Resccue estén relacionados con el sector, como es el caso de las empresas que se encargan de la gestión del agua en Barcelona, Bristol y Lisboa.
Además de empresas, forman parte del consorcio entidades como ayuntamientos, centros de investigación y universidades.
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Es un trabajo en equipo: las universidades y centros de investigación desarrollan nuevas metodologías y herramientas que luego se implementan con los datos de empresas privadas, para después aportar información que pueda mejorar los planes de resiliencia de las ciudades.
Entre el resto de socios figuran las eléctricas Endesa y EDP Distribución, los ayuntamientos de Barcelona, Lisboa y Bristol y la Universidad de Exeter.
El proyecto está cofinanciado por el programa de investigación e innovación Horizon 2020 de la Unión Europea, que aporta casi 7 de los 8 millones presupuestados.
La conferencia ECCA es promovida por la Comisión Europea de forma bianual y su organización recae en cada edición sobre varios proyectos comunitarios.
Resccue es uno de los tres organizadores de este año, que reúne en Lisboa a unos 1.200 participantes para hablar de temas como la reducción de los riesgos de los desastres naturales, los análisis de peligrosidad y los modelos urbanos.