Don Ramón Alonso, de 77 años, fue sereno del Museo Bernardino Caballero y denuncia que obtuvo su jubilación “compulsivamente”, sin haber presentado ningún consentimiento ni manifestando ninguna voluntad favorable para dicha decisión administrativa.
El jubilado plantea un recurso de reconsideración contra la resolución N.° 3.296 de la Dirección General de Jubilaciones y Pensiones, dependiente del Ministerio de Economía, por el cual se acordó su jubilación ordinaria como funcionario de la administración pública.
Alonso recibió la jubilación después de 22 años de aporte y el monto que le otorgaron es de G. 1.309.692.
Sostuvo que ese monto de dinero no le alcanza para cubrir sus necesidades básicas en estos últimos años de vida que le quedan.
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Por ello, pide que sea revaluado el monto que le asignaron, ya que la base jubilatoria se estableció en la suma de G. 2.449.913.
Su reclamo obedece a que estuvo prestando servicios en la función pública por un total de 30 años como contratado y 22 años como personal permanente.
Pide que se le asigne como jubilación ordinaria el importe de la base jubilatoria para que se le descuenten los aportes faltantes.
“Es poco, yo por el alquiler de mi pieza pago G. 1.400.000 y tengo que comer. Yo estoy reclamando eso y no me aceptaron mi nota de reconsideración, quiero que me paguen todo”, sentenció.