Con la habilitación del consultorio especializado se busca prevenir, detectar y controlar la hipertensión desde edades tempranas, promoviendo un estilo de vida saludable y reduciendo el riesgo de complicaciones futuras, según un comunicado de Salud Pública.
La doctora Graciela González, titular del Programa Nacional de Prevención Cardiovascular, resaltó que detectar la elevación de la presión arterial en la infancia y la adolescencia es fundamental para prevenir su progresión a la edad adulta.
“Las medidas de prevención impulsadas en estas etapas son fundamentales para evitar complicaciones cardiovasculares en el futuro”.
SERVICIOS DISPONIBLES. El consultorio ofrece un enfoque multidisciplinario para el control de la hipertensión, además de consultas ambulatorias y estudios especializados como electrocardiograma, ecocardiograma, holter, ergometría y Monitoreo Ambulatorio de Presión Arterial, conocido como MAPA. Los servicios están diseñados para atender tanto a niños como a adultos, con un énfasis particular en la prevención desde la niñez.
CONTROL. Las guías internacionales recomiendan el control sistemático de la presión arterial desde los 3 años de edad, especialmente en niños con factores de riesgo. Medirse regularmente en cada control clínico ayuda para detectar posibles problemas y tomar medidas preventivas oportunas.
El Ministerio de Salud Pública invita a las familias a acudir al nuevo consultorio para garantizar un cuidado integral de la salud cardiovascular de sus hijos.
¿QUÉ ES LA HIPERTENSIÓN? La presión arterial alta es aquella que es igual o por encima de 140/90, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es una enfermedad que no suele presentar síntomas, por lo que se le conoce como el “asesino silencioso” y es el principal factor de riesgo para sufrir una enfermedad cardiovascular. Si no se trata, puede provocar desde ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, hasta insuficiencia renal.
“Cada año ocurren 1.6 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares en las Américas, de las cuales alrededor de medio millón son personas menores de 70 años, lo cual se considera una muerte prematura y evitable”, según la OMS.