Una de las medidas económicas para mitigar el impacto de la reducción de las actividades económicas es la baja de los intereses para el pago a cuotas de las obligaciones de los contribuyentes.
Al respecto, el viceministro de Tributación, Óscar Orué, confirmó que el nivel de disminución será general, ya sea el impuesto a la renta empresarial (IRE), impuesto selectivo al consumo (ISC) y el IRP, cuya tasa de fraccionamiento asciende a 1,4% mensual y a casi 17% anual.
A pesar de la presión de economistas, contadores y hasta del propio Congreso Nacional para exonerar los intereses, Orué se mantuvo firme en su posición de no ceder a este pedido y decidió otorgar otra alternativa.
Aunque aún no dio a conocer la nueva tasa, señaló que el proyecto está listo, pero falta la firma del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, para emitir el decreto.
El principal argumento del viceministro es que el país no está en condiciones económicas para bajar a cero la tasa y que además, en el caso del IRP, representa a solo el 2,7% de toda la población afectada.
Orué destaca que para apoyar a las empresas gastronómicas, de eventos y otras alcanzadas por las nuevas restricciones sanitarias, se trabajará en el impuesto al valor agregado. Para el efecto dispuso que la rebaja a 5% de este tributo se extienda hasta octubre, cuando en principio estaba pensado hasta mitad de año.
PEQUEÑOS PRODUCTORES. Mediante el Decreto N° 5024 el Poder Ejecutivo decidió extender hasta mayo la reducción de 1% la retención a los productores que no están registrados como aportantes del IRE.
El periodo coincide con la campaña de sésamo, que a través de esta medida sufrirá menos la desventaja del precio internacional.