Polémica. Así se podría definir a la situación que se generó en torno a los gastos de supermercados que pueden ser deducidos dentro del régimen del impuesto al valor agregado (IVA).
La controversia arrancó cuando la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) informó que, desde enero del 2022, se endurecerán los controles sobre el IVA con la implementación efectiva del registro electrónico de comprobantes para el 100% de los contribuyentes.
El titular de la Administración Tributaria, Óscar Orué, explicó que con la carga online de las facturas al Marangatu, el sistema reportará automáticamente los gastos que no son compatibles con los servicios que prestan los aportantes, lo que generará multas a los mismos, además del pedido de rectificación.
Recordó que, de acuerdo con las leyes vigentes desde 1991 y sus reglamentaciones, dentro del régimen del IVA solo se pueden descontar a fin de mes los productos o servicios adquiridos que tengan relación con el trabajo que desarrolla el contribuyente, pudiendo estos ser: salud personal; capacitaciones, servicios básicos, telecomunicaciones, vestimenta, alquiler de oficinas, útiles y mobiliarios de oficina, así como lo relacionado al mantenimiento de vehículos, entre otros (ver la primera infografía).
A renglón seguido, prosiguió, no pueden ser deducidas las compras de productos destinados a la alimentación, porque son artículos que la gente compra para sobrevivir independientemente al tipo de trabajo que desempeña. Por ejemplo, esos productos sí pueden ser deducidos en el impuesto a la renta personal (IRP), un régimen que permite descontar los gastos familiares.
“Acá hubo una gran confusión, la SET no anunció nada nuevo ni va a controlar nada nuevo. Esto es algo que ya está vigente desde 1991 con la Ley 125. Lo que permitirá el registro electrónico de comprobantes es fortalecer los controles, porque la gente mete cualquier tipo de gasto como deducción y las leyes son claras, solo se pueden deducir los gastos relacionados a la actividad gravada”, expresó Orué.
El subsecretario hizo una autocrítica y reconoció que muchas veces no pueden controlar una por una las declaraciones mensuales, debido a la gran cantidad de contribuyentes y facturas, lo que se cambiará con este sistema de inteligencia artificial. “Es cierto que hay gente que carga todo y se nos dificultan los controles uno por uno, pero hay innumerables casos de controles al azar que detectamos y la gente tuvo que rectificar”, comentó.
Recaudador. El endurecimiento de los controles se da en un momento donde las finanzas públicas pasan por un momento bastante delicado por la pandemia, lo que obliga al Tesoro Público a buscar alternativas para reducir la toma de deuda y el déficit.
El IVA es en la actualidad el mayor recaudador del Fisco y el que más contribuyentes registra.
Según los informes oficiales, entre enero y agosto, este gravamen dejó ingresos por G. 5,5 billones (USD 802 millones), lo que representa el 50% de todo lo recaudado en lo que va del año. Por el lado de los aportantes, las estadísticas indican que alcanzan los 771.302, el 58% del total (ver la segunda infografía).
Críticas. Esta situación generó bastantes críticas ciudadanas La gente exteriorizó su ira a través de las redes sociales, principalmente. Cuestionan que nuevamente se quiere apretar al contribuyente formal que paga sus impuestos mes a mes.
Por el contrario, recordaron que los evasores y contrabandistas siguen gozando de buena salud, en detrimento de los intereses del Estado. Algunos consideran que esta situación empujará a la informalidad a mucha gente, considerando sobre todo el difícil momento que siguen atravesando varios rubros por la pandemia.
A su turno, varios referentes del ámbito contable dieron su respaldo a la SET, afirmando que los gastos no relacionados a la actividad nunca se cargaron como deducibles.
Analista sugiere revisar el sistema para no frenar la formalización
Para el analista económico Amílcar Ferreira, si bien esta limitación en la deducibilidad del IVA no es nueva, debe ser revisada urgentemente.
Consideró que las compras del supermercado, independientemente a qué tipo de productos sean, son necesarias para el sostenimiento de las personas. “Una persona que no come o toma agua, ¿cómo puede rendir en su trabajo?”, se preguntó.
Subrayó que esta medida afectará principalmente a los contribuyentes de menores ingresos, quienes gastan casi todo lo que ganan en los supermercados o comercios vinculados al rubro retail.
Además, dijo que esto podría convertirse en una doble imposición y hasta podría alentar a muchas personas a volver a la informalidad. “Es urgente una revisión de esto, está mal diseñado”, expresó.
El diputado Sebastián García, por su parte, fue más duro y calificó esto como “delirante”. Criticó que nuevamente se busca recaudar en contra del bolsillo ciudadano, solamente para derrochar.
“El hambre de recaudar es voraz cuando las ganas de gastar el dinero de todos también lo es (sic). Grave atropello al bolsillo de todos el no descontar algo esencial como el supermercado”, opinó.