Ayer, declararon varios testigos ante las juezas Gloria Garay, Gloria Hermosa y Alba González. Entre ellos, el forense Pablo Lemir, el taxista Jorge Samaniego, el fletero Hugo Servín, a más de Lilian Alegre y Cinthia María López.
Lemir explicó que tres de las cinco víctimas fallecieron por múltiples heridas de arma blanca, y dos murieron asfixiados. De ellos, las dos mujeres y los niños fueron muertos primero, y el hombre, con días de diferencia.
Por su parte, el taxista Samaniego explicó que llevó a Bruno Marabel en su taxi camino a San Lorenzo, cuando fue perseguido por policías de civil que le dispararon. Dijo que huyó porque no sabía que eran agentes.
Alegó que luego bajó Marabel, y él, tras arreglar su taxi, volvió a Asunción, cuando fue detenido por los policías.
Ahí le dijeron lo ocurrido en la casa con Marabel, quien luego fue puesto junto con él, en la misma celda. Explicó que le recriminó que le involucró en el hecho y que este le dijo que él (Samaniego) no tenía nada que ver.
Después le preguntó si los había matado. “Sí, les maté a todos”, le contestó Marabel. El taxista aseguró que quedó luego asustado en la celda y no durmió en toda la noche.
El fletero Hugo Servín explicó que le llevó un flete a la casa el 1 de octubre. Fueron dos bolsas de cemento y 10 de arena. Lo recibió Marabel y le pagó G. 150.000 por los materiales y G. 40.000 por el flete. La testigo Lilian Alegre comentó sobre el trabajo de Marabel en Burger King, donde tenía poco tiempo, y que era un buen empleado, siempre muy puntual. Había contado que se separó de su pareja y que esta viajó.